Nuevo orden

Varias de las teorías clásicas de las relaciones internacionales, como el liberalismo o el realismo, han atentado definir a través de los años la mecánica del orden mundial. No obstante, a medida que esta va cambiando con el pasar del tiempo y acorde a las distintas necesidades de la sociedad internacional, ya todas poco a poco van quedando obsoletas. Ray Dalio es un multimillonario y filántropo estadounidense, líder del fondo de cobertura más grande del mundo: Bridgewater Associates. Él, en su libro Principios para enfrentarse al nuevo orden mundial, presenta una guía para anticipar el futuro de la dinámica internacional a partir del estudio del pasado.

En este libro, el autor argumenta que cada potencia mundial que el mundo ha experimentado tiene su ciclo por aproximadamente 250 años. La misma pasa por tres fases: el aumento, el ‘top’, y la disminución. El aumento se caracteriza principalmente por la concentración del país en la inversión de tres aspectos esenciales para tener una moneda fuerte: un excelente sistema educativo, un sistema militar poderoso en comparación con el de los otros países, y en producción. La segunda fase consiste una de las consecuencias de la fase uno: al tener un país con una moneda importante, la sociedad de dicho país se concentra en pedir créditos, lo que hace que se cree una desigualdad interna de recursos bastante marcada. Por último, las principales características de la última fase también vienen a ser una consecuencia de la segunda: la desigualdad emergente ocasiona importantes conflictos internos y externos, y esa crisis lleva al país a dos posibilidades: la quiebra, o un aumento en la oferta monetaria. Cuando la potencia llega a ese punto, lo que sucede es que empieza a emerger la siguiente potencia mundial.

Según el libro, el mundo se encuentra actualmente atravesando el declive de Estados Unidos como potencia mundial, mientras surge la República Popular China. A propósito del conflicto que ambas de estas potencias tienen; el autor concluye que, dentro de este periodo, la carga de la deuda mundial, la masiva impresión de dinero y la desigualdad social solo seguirá incrementando con el tiempo.

A partir de este análisis, Ray Dalio empieza a edificar la construcción de las emergentes consecuencias a partir de estos hechos. Entre esas, menciona los siguientes escenarios: la persistencia de las tasas de intereses reales negativas, la deuda soberana y el deseo de combatir la inflación ocasionaría que las administraciones públicas privaticen más infraestructura, la gran brecha social y la emergente competencia geopolítica presionarían a los gobiernos y a las compañías a priorizar el déficit de infraestructura masiva, y que las presiones inflacionarias y competencia geopolítica incentivarían una inversión masiva en la cuarta revolución industrial.

Ante esto, se puede notar que el mundo va naturalmente tornándose hacia un sistema de derecha muy establecido. Esto definitivamente tendría sus implicaciones sociales, a lo que los gobiernos actuales deberán anticiparse. La prioridad deberá centrarse siempre en un bienestar homogéneo y en la promoción de la igualdad de oportunidades, por lo que los gobiernos tienen un largo camino que recorrer ante esta ola emergente de inestabilidad social.

 

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