Cómo cultivar disciplina

En cualquier meta u objetivo que te propongas existen dos ingredientes esenciales, uno más que el otro: la motivación y la disciplina. La motivación es la que te inspira, la que te hace creativo, la que hace que quieras más de eso. Esta es muy buena cuando se trata de empezar un proyecto. Sin embargo, no todos los días se tiene motivación. No todos los días se tiene motivación a pesar de tener responsabilidades y tareas que tenemos que cumplir. Por eso es que, más importante que la motivación, es la disciplina. La disciplina es el respetar las promesas que cada persona se hace a sí mismo, y cumplirlas en su totalidad.

Por otro lado, es muy difícil dominar un tema nuevo si no se tiene disciplina. No basta siquiera con tener talento, sino se debe ser disciplinados y constantes. De hecho, su palabra en latín hace referencia a la capacidad para ‘dominar los impulsos’. La disciplina se relaciona más con lo que se debe hacer, por encima de lo que se quiere hacer. Al principio puede ser un poco difícil cultivarla, no obstante, hay un sinnúmero de tips que se pueden tener en cuenta para que el proceso se haga un poco más ligero:

  1. Siempre tener presente el por qué: Para la acción, el proyecto o el trabajo en el que te estás comprometiendo a ser disciplinado, siempre es muy importante tener en cuenta el por qué. Esto te ayuda a recuperar fuerzas cuando falta motivación. No necesariamente tiene que ser algo motivador, puede ser algo objetivo siempre y cuando sea coherente con la meta a la que se quiere llegar. Por ejemplo, puede ser algo que te haga feliz personalmente o a alguien más, incluso también una necesidad.
  2. Anteponer el largo plazo al corto plazo: Esta es la parte más difícil de ser disciplinado. Al presentarse tentaciones para dejar la disciplina en la tarea que se está realizando, usualmente es para llenar satisfacciones a corto plazo. Por ejemplo, no levantarse para ir al gimnasio por tener más horas de sueño. En el momento, solo se está pensando en lo que a largo plazo es más cómodo o mejor. No obstante, no se piensan en los beneficios a largo plazo de ir todos los días al gimnasio. Pensar a largo plazo te mantendrá con la mirada en el objetivo y alejado de tentaciones que impedirían o atrasarían dicho objetivo.
  3. Conoce qué puntos débiles tienes que tener en cuenta: Ya sea el dormir de más, o comer por ansiedad e incluso adicciones como el alcohol o el tabaco, es importante tener en cuenta tus puntos débiles que podrían impedirte llegar a tu objetivo. El estar consciente de ello ayuda a estar más alerta a combatirlas cuando falte motivación y se presenten tentaciones.

La disciplina es como un músculo, debe cultivarse poco a poco y con el tiempo. Es un proceso que siempre tiene sus deslices y logros, no obstante, estos tips pueden ayudarte a tener el objetivo muy claro en el momento que la disciplina sea un reto. Definitivamente esta cualidad es la más importante en cualquier aspecto de la vida, para cualquier proyecto. Si solo existe motivación y no hay disciplina, es muy probable que cualquiera que sea el proyecto que estás llevando a cabo, se estanque.

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