Mercado de valores ecuatoriano

Cuando se trata de inversiones, dentro de la cultura ecuatoriana existe mucho recelo al respecto. Según datos del INEC en el 2019, en el país, el 58,8% de hogares cuenta con capacidad de ahorro. Es decir que sus ingresos son mayores a sus gastos. Más allá de eso el 11% de la población mayor a 15 años dentro del país ahorra para su jubilación, 12% dentro de una institución financiera. Esto les da a muchas familias un margen importante no solo para ahorrar, sino también para invertir. No obstante, realmente no se encuentra muy presente dentro del diálogo cotidiano. Esta situación es directamente proporcional a la magnitud del mercado de valores ecuatoriano, que es definitivamente muy pequeño comparado a las situaciones de demás países. Y es que si no hay demanda de personas naturales queriendo invertir con sus distintos objetivos, tampoco habrá una oferta importante. Definitivamente es un trabajo conjunto; el trabajar por robustecer la oferta del mercado de valores, y al mismo tiempo transformar la cultura ecuatoriana hacia una más inversionista.

No todos son números en negativo. A pesar de haber sido un año muy difícil a nivel mundial, entre el año 2020 al 2021, el mercado de valores en Ecuador marcó una tendencia al alza, exactamente del 32%. Para que siga existiendo un crecimiento sostenible, definitivamente hay que trabajar en una serie de problemas que ahora mismo presentan. Si se trabaja con el objetivo de seguir creciendo, y teniendo en cuenta estos retos, el mercado de valores ecuatoriano podrá ofrecer un portafolio más diverso y ajustado a las realidades de los 17 millones de ecuatorianos.

En primer lugar, está la falta de establecimiento en calificadoras de riesgo. Entre los distintos problemas que se presentan con las calificadoras, es la falta de una metodología sólida para calificar a las distintas empresas. Además de eso existe un gran conflicto, que fue presenciado en Estados Unidos cuando ocurrió la burbuja inmobiliaria: hay un fuerte conflicto de intereses cuando se trata de calificar a las distintas empresas, pues las mismas empresas son quienes pagan para que estas sean calificadas.

Otro tema recurrente es la proporción de los inversionistas. Se opina que aparte de la necesidad de un aumento de número de inversionistas, estos deben ser inversionistas mayores. En proporciones comparables con fondos de pensiones públicas y privadas. Este tipo de pensiones son de hecho, quienes dan arranque a las bolsas alrededor del mundo. En el caso de Ecuador, el Biess dejó de hacer transacciones en bolsa por un periodo de tiempo considerable. Aparte de esto, el mercado necesita inversionistas de otros países, quienes inyectarían proporciones importantes de dinero al país.

Uno de los más importantes retos a enfrentar es la internacionalización. Con el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), Ecuador podría apostar por negociar con la bolsa de valores de los países miembros, mismos que son los de la Alianza del Pacífico. Este esfuerzo va conjunto con el hecho de que entre las metas de Ecuador de este año, está ser miembro de dicha Alianza. Con el nuevo impuesto a la salida de divisas (ISD), le es más fácil a Ecuador poder apostar por este reto.

Guillermo Avellán, Gerente General del Banco Central del Ecuador, ya ha dicho abiertamente que se está activamente trabajando por solidificar el mercado bursátil ecuatoriano. Con esto, se espera que haya más apertura del sector privado de acostumbrar a cotizar sus acciones en bolsa, para que incluso puedan disponer de un mayor flujo de efectivo.

 

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