Grasas Trans como parte de la alimentación

 

Maribel Chisaguano

Nutrición y Dietética

Cuando pensamos en grasas normalmente lo relacionamos con algo que no debería formar parte de nuestra dieta, y este deseo se acentúa más cuando escuchamos de las palabras grasas trans. Ahora bien, ¿que son este tipo de grasas? ¿Debemos eliminarlas de nuestra alimentación?

Primero tenemos que tener muy claro que el término grasa engloba a un conjunto de tipos de lípidos que encontramos en los alimentos tanto de origen vegetal como animal; están los triglicéridos, los fosfolípidos y menor medida los esteroles. De éstos los triglicéridos son la fracción grasa más grande en los alimentos, así la grasa visible en la carne o la grasa de la leche tienen principalmente triglicéridos y en menor cantidad los otros tipos.

Los triglicéridos estas compuestos por ácidos grasos, y estas unidades dependiendo de su saturación hacen que veamos a la fracción lipídica sólida como sucede con la mantequilla o líquida como vemos en los aceites comestibles. Entonces las unidades de ácidos grasos pueden tener una configuración cis, es la forma más común en la naturaleza o trans en menor cantidad.

En la naturaleza los alimentos que tienen grasas trans básicamente se limitan a los de origen animal, en específico en carnes y productos de animales rumiantes, ya que se producen a nivel de intestino del animal. Hoy en día se conoce que este tipo de grasa trans natural, se relaciona con efectos positivos en la salud; por ejemplo, actúan en procesos antiinflamatorios o incluso en el control de peso cuando se maneja suplementación. 

Sin embargo, en la actualidad tenemos disponibles un sinnúmero de productos que tienen grasas trans de origen artificial, que han sido producidas industrialmente a partir de los aceites a los que se les añade hidrógeno para que sean más sólidos, como sucede con las grasas industriales que se usan comúnmente en pastelería, panadería o bollería. Al ser fáciles de usar, económicas de producir y se pueden guardar por mucho tiempo a temperatura ambiente, se eligen incluso en restaurantes o locales de comida rápida para freír los alimentos. Estas grasas trans creadas artificialmente a diferencia de las naturales han evidenciado tener un efecto negativo en la salud, por ejemplo, incrementan el riesgo de aterosclerosis ya que se asocian a un incremento del conocido colesterol- LDL (colesterol malo), tienen propiedades proinflamatorias, y se relacionan con un incremento en el riesgo de Diabetes tipo 2.

Entonces ahora que sabemos que hay dos grandes familias de grasas trans, resulta de vital importancia distinguir su origen; a continuación, te mostramos una lista con las fuentes alimentarias para que puedas elegir. Cabe recalcar que es muy importante que cuando compres alimentos empacados debes fijarte en la lista de ingredientes y si encuentras frases como ¨grasa o aceite parcialmente hidrogenado¨ es mejor que elijas una opción más saludable porque esa es la forma como las empresas declaran el contenido de grasas trans artificiales en sus formulaciones.

Filamento, si queremos mantener un estilo de vida saludable, podemos sumar acciones como reducir el consumo de alimentos que contengan aceites vegetales parcialmente hidrogenados o ricos en grasas trans dañinas de nuestra dieta. Una manera fácil es revisando en la etiqueta mensajes como ¨libre de o NO contiene/ grasas trans¨, en alimentos horneados o fritos.

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