Las relaciones

Se acostumbra a decir que cada persona es el resultado de sus 5 personas más cercanas, ¿y por qué? Porque nuestras relaciones interpersonales definen gran parte de quiénes somos. Las relaciones humanas son la base del progreso individual de cada persona. Cada uno se desarrolla en un entorno social específico que a la vez es un resultado de un sinnúmero de circunstancias; ya sea debido al lugar de trabajo, estudio, dónde se vive, entre otras.

Cada uno va construyendo sus propias y diferentes relaciones sociales a su manera y a lo largo de su vida, acorde a sus actitudes frente a la realidad. Debido a esta misma razón, las relaciones suelen siempre tener un factor de complejidad muy alto. Acorde a las vivencias de cada ser humano, este va a ir definiendo cómo construye dichas relaciones sociales. No hay ningún manual para establecer y mantener las relaciones que cada uno tiene, sino depende de cada uno cómo las lleva.

Y así como cada uno define cómo llevar sus relaciones sociales, hay otro factor muy importante: el conocer el objetivo de cada relación. Hay muchos tipos de relaciones, y cada uno cumple su función, o al menos debe cumplirla. Existen relaciones de todo tipo, y cada uno cumple una función específica.

Por ejemplo, existen las relaciones laborales. Las relaciones laborales son con quienes compartimos espacios de trabajo. De estas personas podemos aprender mucho, ya sea de sus fortalezas como sus debilidades, para poder aplicarlas a nosotras mismas. Estas relaciones son muy importantes debido a que si es honesta y sincera, puede servir de apoyo mutuo en situaciones en las que se necesiten. Por ejemplo, puedo pedirle una segunda opinión a alguien con quien mantengo una relación laboral en un proyecto que estoy haciendo, porque sé que esta persona es buena en este campo. En un mundo profesional tan exigente, es muy importante tratar de mantener relaciones laborales duraderas y genuinas con nuestros compañeros, pues nunca sabremos cuándo podrían darnos una mano, o nosotros extenderles una mano.

Por otro lado, existen también las relaciones afectivas. Estas refieren a aquellas relaciones profundas e íntimas que tenemos con ciertas personas, ya sea que se trate de amor o amistad.  Las personas que mantienen relaciones afectivas buscan un grado de profundidad con la otra persona que la lleva. Dichas relaciones apelan a la confianza y solidaridad, y lo que siempre se busca es que pueda perdurar con el tiempo.

 También existen otro tipo de relaciones; como las de rivalidad, las circunstanciales o las familiares. De dichas relaciones, como las demás, se puede aprender mucho de ellas. Sea cual sea el tipo de relación, es muy importante saber ser cuidadosos con nosotros mismos cuando se trata de relacionarnos con demás personas. Esto se debe a que inevitablemente, nos influenciamos de ellas. Siempre debemos ser responsable y cuidadoso con el círculo que frecuentamos pues, finalmente, somos el resultado de ellas.

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