Nadie puede negar que las antologías poéticas en modo revista siempre han sido importantes para dar a conocer nuevas voces desde el siglo XX. Por lo que, al hablar sobre la publicación de una revista digital, no puedo evitar pensar en aquellos precedentes [demasiado idílicos], donde futuros genios literarios daban sus primeros pasos. Sin embargo, los tiempos han cambiado y cabe la incertidumbre sobre qué tanto puede trascender una revista en tiempos digitales, en tiempos modernos y en tiempos líquidos. Sobre todo, la parte más inquietante para alguien que escribe: ¿tiene alguna importancia su publicación o son versos al vacío?
No pretendemos escolarizar la escritura, ni dudar de la posibilidad del talentoso, ni que mucho más allá de esta revista, pueden existir más voces, mejores y peores. Simplemente presentamos una muestra del trabajo de varios estudiantes que conforman el Club de Poesía. La antología se cierne solo a personas que han asistido a las reuniones que se realizan todos los semestres. Como es de imaginar, todos los participantes son jóvenes sin ninguna trayectoria literaria. Muchos de ellos sin tener si quiera acercamiento académico o profesional a la poesía. Sin premios. Sin ediciones en el extranjero. Pero sí con esa vehemencia del que empieza a escribir.
Retomando la pregunta del principio, acerca de la importancia de los poemas de esta antología. No me entristece decir que quizá sea nula. La gran satisfacción de la revista y de la literatura no está en la búsqueda del éxito o la perfección, sino en otros aspectos [por lo general, cursisísimos] como engendrarse y reinventarse a cada instante, en cada generación, con sus hallazgos y desaciertos. Quizá el olvido envuelva a toda la revista y los versos se unan al mar de páginas web olvidadas y anticuadas. Más, nadie podrá eliminar la existencia de tantos sentimientos sobre-acogedores que invadieron por un instante la vida de personas aleatorias en el transcurso de la vida y que fue excusa y justificación suficiente para escribir lo poco o mucho que se pudiera.
No existe temática en esta antología, mucho menos un orden. Es tan solo una propuesta arbitraria de lecturas. Hay poemas de temáticas lóbregas, como los de Juan Camilo Argoti y Doménica Ballaesteros. Perspectivas sobre la cotidianidad y la intimidad, como los de Manuela Larrea y María Belén Tite. También presentamos poemas con crítica social, como los de Johann Jadán, Anahí Sánchez y Felipe Sulca. Poemas sobre tragedias personales, como los de Viviana Paredes y Jared Villagrán. Y renovaciones al género del haiku, como los de Sebastian Viera. Cada participante presenta alrededor de 4 poemas, con una sección autopersonalizada, donde a través de su diseño se puede dislumbrar la personalidad de las personas que existe detrás de los poemas.
Reuniones de zoom y charlas sobre perspectivas nuevas hacia la poesía. Acercamientos a diversas voces, como poesía coreana, canadiense o cyberpoesía. Poco a poco forjamos el callito de la crítica, tan indispensable para el trabajo literario. Nos gusta pensar que forjamos un sentido crítico de lectores y posibles poetas. Esa es nuestra contribución como Club de Poesía: brindar herramientas para una experiencia poética desenfadada de la vida y sus tragedias.
Esta es la antología del Club de Poesía.
El evento de lanzamiento será el 5 de julio a través de zoom. La revista se publicará en la plataforma issuu, con libre acceso. La acompañará un prólogo de María Auxiliadora Balladares, profesora de literatura de la USFQ y poeta. Para más información, pueden seguirnos a través de Instagram: club_poesia_usfq.
