V3rde, es el nombre de la compañía donde nace Sorb3r. V3rde es creado a partir de la necesidad de crear conciencia en el Ecuador, tomando como eje principal a las 3R (Reduce, Reutiliza y Recicla), para que estas sean parte, del día a día, de los ecuatorianos. “Nuestro fin, nuestra idea, es crear conciencia y ser consciente de que lo que vendamos tenga un impacto en nuestro planeta. Buscamos reducir los plásticos y proveer las opciones de cómo hacerlo”, afirma Priscila Ordóñez, fundadora de la iniciativa, con la que se busca cambiar un problema muy grande, el uso excesivo del plástico y de la poca cultura para el reciclaje.
Sorb3r:
Sorb3r es el nombre del primer sorbete ecológico y reutilizable del Ecuador, diseñado con el fin de cambiar, concientizar y educar a la población ecuatoriana en el uso de sorbetes de plástico de un solo uso. Busca incentivar el panorama del uso de las 3R (reciclar, reutilizar, reducir) en los ecuatorianos, demostrando que no es necesario el uso de sorbetes de plástico comunes, sino que se puede tener un reutilizable. Para esto, ha creado distintas variedades de sorbetes, mismos que se adaptan a la necesidad, personalidad y beneficio del cliente. La compañía ofrece sorbetes de acero inoxidable, silicona y silicona plegable, todos en distintas tonalidades. Cabe recalcar que cada uno cuenta con un cepillo limpiador para el mismo.
“Tratamos de educar, concientizar, no solo se trata del sorbete. Se trata incluso de ser inclusivos con las personas, que puedan obtener una opción que no contamine”, afirma Priscila Ordóñez, fundadora de V3rde. Cabe recalcar, que, Sorb3r es un producto que no ha sido fácil introducir al mercado, puesto que la gran mayoría de empresas en Ecuador son productoras de plástico. Razón por la que Sorb3r se encuentra disponible en pocos restaurantes, alineados con la tendencia ecológica, y mediante su página web ‘V3rde’.
Tendencia Ecológica
“Sin sorbete por favor”, es el nombre de la campaña lanzada en Quito por el Ministerio del Ambiente. Esta busca erradicar el uso de sorbetes plásticos, con el fin de acabar con la contaminación plástica en la ciudad, que está calculada en 277 toneladas de desechos. Según la Secretaría de Ambiente del municipio, esa cantidad se asemeja al peso de 20 autobuses.
La campaña “Sin sorbete por favor” forma parte del programa reducir, reciclar y reutilizar (3R), que busca eliminar el uso de sorbetes, fundas plásticas e implementar el servicio de comidas en vajillas reutilizables.
Se estima que los sorbetes convencionales tardan en descomponerse 1.000 años, y el problema va mucho más allá del tiempo de descomposición, pues las partículas microscópicas del polipropileno se descomponen y terminan usualmente en el océano, lastimando y destruyendo especies de vida marina.
Según un estudio de los científicos Denise Hardesty y Chris Wilcox, hay entre 437 millones y 8.300 millones de sorbetes en las costas del mundo.
En Estados Unidos, Seattle y Miami fueron algunas de las primeras ciudades en prohibir el uso de sorbetes