Desmaterialización

 Miguel Cármenes, estudiante de cine de la USFQ, presenta una serie que bordea los espacios de las emociones humanas para transportarlos al mundo de las imágenes.

Un cuerpo pálido, viejo, de pie sobre un fondo oscuro mientras un polvo blanco recubre tersamente esa piel envejecida, nítida, completa y bella en su imperfección. Es bello, porque es el tiempo retratado en una sola imagen. ¿Y qué pasa cuando en lugar de una piel vemos a la ira, o al poder? Inmaterial. Sí, pero no para una fotografía. Es el caso de la serie Desmaterialización, fotografías que plasman emociones completamente abstractas hasta que llegan a la imagen.

Cambio

 

“Cada foto hace alusión a un momento o emoción específica en el cual una persona puede llegar a sentirse incompleta, o en otros casos, despojada de algo. La serie exterioriza y materializa estos momentos” explica Miguel Cármenes, estudiante de cine y fotografía de la USFQ, para quien las imágenes que fotografía no son escogidas, se entregan a los azares diarios, a los recuerdos o a los sueños. En este caso, el sueño marcó la historia inicial: Él caminando sobre una especie de mercurio que estéticamente podemos verlo como en las fotografías de la serie. Saber con certeza cómo era, imposible. Solo tenemos lo que nos devuelve las fotos; seres a contraluz que con un poco de distorsión, photoshop o agua entregan una sensación estética particular, bastante líquida y escurridiza.

Poder

 

Esta serie va a la par con la idea de una fotografía que explora los límites de lo real.

“El poder manipular esas fotografías, es completamente válido; es la parte en la que de alguna forma, puedo crear algo proveniente de mi cabeza e influir o mezclarlo finalmente con la foto en sí”, explica Miguel.

Esa manipulación permite una descolocación de lo real y llevar emociones como la alegría o la ira a ser vistas como un objeto, fuera de lo real en un contexto distinto. A fin de cuentas el fin último es mover el piso del espectador. “Busco que una fotografía me haga pensar, que me cuestione, o me proponga algo que había pasado desapercibido por mí hasta ese momento. Y me gustaría poder hacer lo mismo con mis fotografías, que cada serie, te cuente algo nuevo, de una manera personal y única”, agrega.

Soledad

 

Miguel fotografía desde el 2009, cuando en Uruguay tuvo su primer acercamiento a las imágenes. Ahora, encontrar una de sus fotografías para que sea galardonada como su favorita es difícil. Mejor tomar las palabras de la fotógrafa norteamericana Imogen Cunninham “Qué cuál de mis fotografías es mi favorita? La que voy a tomar mañana”. “Para mi, es la foto que tengo en mi cabeza en este momento”, agrega Miguel.

Periodista en búsqueda constante de transmitir la literatura al mundo. Interesada por las lenguas y todas las posibilidades que la escritura nos ofrece.

María José Gutiérrez. 

 

Leave a Reply

Your email address will not be published.