Realidad o ilusión

  Por: Adriana Chávez
 Licenciada en Comunicación Organizacional de la USFQ

El sexismo y el machismo, aunque invisible para algunas personas, está presente en nuestra sociedad a diario. En el Ecuador, según el estudio del año 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las mujeres ganan en promedio un 25% menos, en relación a lo que gana un hombre

Más alarmante aún, la violencia a la mujer, las reacciones de indiferencia frente a ello y la penalización hacia la víctima. Siendo feminista, mujer y ser humano comparto el sentimiento de muchas y muchos cuando estas cifras y esas experiencias despiertan ansias de cambio. Sin embargo, llego a mí un pensamiento que me parece importante compartir.

En esta lucha por la libertad, ¿existe la posibilidad de perder horizonte y sin percatarnos vivir una ilusión de libertad, lucha y cambio? Una ilusión que en realidad nos convierte parte del circulo vicioso de la opresión, el machismo y el sexismo. Lamentablemente, la línea es delgada y fácil de sobrepasarla, lo diré por experiencia propia. De hecho, analicemos una situación. Cada mujer tiene el derecho de sentir y buscar empoderamiento en cualquier aspecto de su vida, pero qué sucede cuando indagando ese empoderamiento nos dejamos llevar por las ansias de aceptación.

Nuestra decisión deja de ser nuestra; se vuelve una presión de demostrar ser “exitosa”, “inteligente”, “buena madre” y “buena jefa”, de la manera que la sociedad espera. La culpa, la competencia y el juzgamiento entre nosotras y el sentimiento de insuficiencia nuevamente nos golpea como mujeres. Claramente, el miedo a no cruzar esa delgada e invisible línea no debe frenar las aspiraciones de cambio y de justicia para la mujer.

La lucha es necesaria y la libertad sexual, económica, patrimonial y emocional de la mujer debe lograrse. Sin embargo, si merece un análisis privado y personal sobre las acciones y decisiones que se toman en este proceso y el mensaje que es enviado a la sociedad. Preguntémonos si lo que estamos viviendo es ilusión o realidad y continuemos combatiendo el machismo primero en nuestras propias acciones y en nuestro hogar.

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