El pasado lunes 21 de mayo en la Estación de Biodiversidad Tiputini de la Universidad San Francisco de Quito, finalmente se liberó a D´yaira, una jaguar cuyas cuatro extremidades quedaron paralizadas después de recibir disparos de escopeta y 18 perdigones por parte de cazadores en la Amazonía ecuatoriana
El suceso ocurrió aproximadamente hace un año y pese a la gravedad de las heridas, D´yaira sobrevivió y pudo ser rescatada y atendida por el equipo especializado de médicos veterinarios de la USFQ y el Instituto de Medicina de la Conservación de Fauna Silvestre (TUERI).
Debido a que los perdigones llegaron a su médula espinal, las operaciones que se le realizaron requirieron la intervención de médicos expertos en neurocirugía para lograr extraer los perdigones y que D´yaira vuelva a movilizarse sin dificultades, propiciando su retorno a su hábitat natural. Después de varios años en observación y monitoreo, D´yaira pudo recuperarse, actualmente tiene dos años y medio y se mueve enérgicamente con libertad, como si el incidente nunca hubiese ocurrido.
Se ha decidido que D´yaira sea liberada en el Parque Nacional Yasuní con un collar que, a través de un sistema de rastreo satelital, permite ubicarla y monitorearla. El nombre de D´yaira se le ha atribuido simbólicamente al significar en lengua Secoya, tigre o jaguar valiente. Esa valentía para sobrevivir ataques inescrupulosos e injustificados, supone un llamamiento contestatario de rechazo hacia prácticas como la caza.
La caza resulta totalmente advenediza dentro de un espacio donde predomina la biodiversidad y donde los esfuerzos deben estar precisamente direccionados hacia la preservación y cuidado de especies como lo ha hecho el Instituto de Medicina de la Conservación de Fauna Silvestre.