Los acontecimientos posteriores a la mascare del 2 de agosto de 1810 cobran vida en la recreación artística de Luis Fernando Carrera
Reliquias nunca antes vistas son el principal atractivo de esta exposición, que busca exponer una etapa poco conocida de la revolución quiteña mediante expresiones materiales.
Luego del conocido primer grito de independencia, el 10 de agosto de 1809, una serie de sucesos muy importantes tuvieron lugar antes de que la independencia del Ecuador sea consolidada. Como consecuencia de los actos insurgentes protagonizados por gran parte del pueblo quiteño, la corona Española decidió reprimir aún más a los ciudadanos. La matanza del 02 de agosto, acompañada por un inmenso saqueo a los pobladores, colmó la paciencia de los quiteños.
A partir de entonces, surgieron tendencias políticas y acciones que encaminaron a los quiteños hacia la libertad. En esta participaron valientes, hombres y mujeres, que en muchos casos dieron su vida por la libertad, y hoy han sido injustamente olvidados por la historia. Tal es el caso de María Ontaneda o Don Joaquín Sánchez de Orellana. Acontecimientos igualmente importantes, como las batallas entre las tropas de la corona y las independentistas, a lo largo de toda la sierra, o la resistencia cotidiana al bloqueo económico, han sido borrados de la conciencia colectiva.
De esta manera, voladores festivos adaptados para la guerra con arpones venenosos, mazas metálicas elaboradas con cualquier metal que se encontraba en el apremio de la batalla, balas hechas de cerámica, y otros curiosos artefactos reposan en los estantes de la exhibición. Como un instante robado para la posteridad, nos introducimos en una importante etapa de la revolución quiteña.
La sociedad investigativa ROA, fundada en honor al Padre Roa y creada con el fin de dar un auténtico aspecto museológico a la exposición artística, presenta esta serie de reliquias, con las cuales se busca reescribir la memoria. Mediante objetos de importante valor visual, personajes y momentos injustamente olvidados se introducen en el imaginario de los quiteños de hoy respecto a su pasado histórico.
Haciendo uso de diversas técnicas y disciplinas artísticas Luis Fernando Carrera ha recreado los vestigios históricos cuyas referencias ha encontrado en su investigación. Graduado de la carrera de Artes Contemporáneas en la Universidad San Francisco de Quito, ha participado en diversas muestras, y eventos artísticos, dentro y fuera del país. Esta exposición, en la cual trabajó durante más de un año, persigue cuestiones en torno a la memoria, la historia, y los vestigios; cultura material a través de la cual se decide qué ocurrió y qué no.
