La comida sobre ruedas está de moda. La nueva tendencia culinaria invita a formar parte de este emprendimiento que se ha tomado las calles de Quito en los últimos 4 años. No hacen falta mesas, meseros ni reservaciones por anticipado. La avenida de Los Shyris, al norte de la capital, se ha convertido en un ‘buffet’ para todo tipo de paladares.Tras incluir a la comida rápida sobre ruedas como una atracción, la vida nocturna va tomando luz en Quito.
La peculiar historia de los “Food trucks” se remonta hacia 1866 en Estados Unidos. Los camiones que portaban ganado de Texas a Nuevo México realizaban viajes largos. Como consecuencia de los extensos trayectos, los comerciantes se vieron obligados a diseñar una caja de transporte donde se puedan guardar utensilios y condimentos. Fue en el siglo XX cuando los Food Trucks tomaron protagonismo en la sociedad. Los primeros camiones de venta de comida al público tenían forma de salchicha, y posteriormente surgieron los famosos “carritos” heladeros.
El boom de los “Food trucks” se dio a inicios del siglo XXI. Los denominados “restaurantes móviles” se popularizaron debido a la innovación y bajo costo hacia el público, pues mantenían la idea de comida rápida.
Lo interesante de estos camiones de comida es la variedad de platillos existentes en el mercado. Una de las mejores formas de conocer otras culturas es a través de la comida. Fue así como esta idea de restaurantes móviles se extendió hasta otros países. El primer carrito de comida rápida llegó al Ecuador en 2012 gracias a la iniciativa de dos amigos —Andrés Sandoval y Juan Francisco Jaramillo— quienes buscaban cambiar la perspectiva de la comida callejera. “Nuestro reto es hacer un Food truck para ofrecer productos de calidad (…) la misma comida que puedes encontrar en un restaurante, la puedes encontrar en la calle”, menciona Sandoval. A partir de este concepto surgió La Pizza Rodante: un camión de comida rápida donde es posible degustar diversos tipos de pizza, lasaña, ensaladas y postres.
El primer restaurante móvil del país motivó a otras personas a realizar emprendimientos similares. Actualmente, existe la Asociación de Food trucks Ecuador que cuenta con más de 10 negocios sobre ruedas. Uno de ellos es ‘Melamangio’ con su concepto Italia sobre ruedas. Este es uno de los proyectos más jóvenes en el mercado, pues lleva funcionando alrededor de tres semanas. Con tan sólo 21 años de edad, José Luis Sevilla y su esposa han emprendido un negocio familiar. “Es un trabajo sacrificado ya que debemos estar aquí todas las noches desde muy temprano”, señala Sevilla mientras atiende a sus clientes. Los sabores italianos se fusionan con la esencia tradicional gracias a la descendencia romana que tiene su cónyuge. Su meta a largo plazo es formar un restaurante y a la vez mantener su Food Truck.
Un concepto distinto planteó El Seco Food Truck. Guillermo Miranda, propietario del camión de comida típica del Ecuador, expresa que su idea es diferente a la comida rápida, pues innovó una plataforma para promocionar la comida tradicional del país. Desde el 2013 que El Seco está en funcionamiento y ha tenido gran acogida por parte del público gracias a la propuesta culinaria que ofrece.
Uno de los Food Trucks que más clientela ha obtenido desde su apertura es Inka Burger. Con una variedad de hamburguesas que incluyen salsa de queso azul, salsa cervecera y de olivas, entre otros sabores, los quiteños pueden degustar la fusión gourmet al estilo callejero.
Sin embargo, llevar a cabo este tipo de emprendimiento no ha sido un camino fácil. Hasta el momento, no se considera a los “Food trucks” como un negocio fijo en el país. No existe una normativa técnica para el funcionamiento de los camiones de comida; solo es posible adquirir un permiso como trabajador autónomo que los permite laborar en espacios públicos. No obstante, las autoridades solicitan los mismos permisos sanitarios y de salubridad que exigen los restaurantes comunes.
Los Food trucks están ubicados en diferentes zonas de la capital. Se los puede encontrar a partir de las 16:00 hasta las 22:00 horas de la noche en la avenida de Los Shyris, al norte de Quito. La comodidad de sus precios promueve la constancia de la clientela. Es posible encontrar platos desde $1.50 hasta los $6.00 incluyendo bebidas.
