El carrusel inconcluso

“El carrusel inconcluso” es el nombre de la última novela de misterio del autor, sicólogo y catedrático, Jaime Costales Peñaherrera. A través de esta pieza literaria, el escritor afirma haber cumplido “un sueño de adolescencia. Yo sabía que tenía que escribir una novela de terror; era una necesidad, un llamado.”

La novela se sitúa en Quito y narra la historia de amor entre dos estudiantes, Eduardo y Majo, de la universidad privada más importante del país, la Universidad Global. Se aborda tres misterios dentro del relato: el fantasmal, el del amor y el del poder. Berni, una amiga de la pareja, es la que sumerge a los personajes en el misterio fantasmal y los fenómenos paranormales a través de un correo que manda a Eduardo. En este explica un acontecimiento extraño que experimentó al cruzar una especie de pasadizo en el teatro abandonado ubicado en el Pasaje Amador en el Centro Histórico. El pasadizo la lleva directamente al pueblo de Alta Gracia, en la Córdoba argentina, dónde encuentra unos textos inconclusos de un autor argentino anónimo.

El libro contiene también un trasfondo político. Los personajes están ambientados en el antiguo régimen de Lucio Gutiérrez e incluso toman parte en la caída del mismo con el movimiento de los forajidos. La política es característica de temáticas que también ha abordado previamente el autor en otras novelas.

Sin embargo, Costales afirma que el misterio es su género literario favorito, un gusto que desarrolló desde pequeño cuando su hermana mayor, Talita, le leía historias de Edgar Allan Poe. Pero la inspiración para escribir la novela es más compleja en su ejecución. “Cuando el impulso creativo empieza a manifestarse no surge ese preciso momento, sino que ya se está gestando meses antes o años antes como una idea larvada que está molestando internamente y un momento dado aflora,” menciona. En este caso, la novela se fue gestando desde las experiencias paranormales que el autor escuchó en su niñez, hasta una carta que una ex alumna le envió en búsqueda de asesoramiento psicológico, “una carta muy linda y profunda, muy existencialista.”

El misterio fantasmal presente en el texto refleja muchas de las experiencias que su abuela, su madre y su hermana tuvieron dado a su “sensibilidad síquica.” “Los sucesos familiares eran conexiones espontáneas que la abuela, mi madre o mi hermana han tenido con esos mundos extraños que pueden ser llamados espirituales,” recuerda el autor. Incluso, Costales hace una dedicatoria en el epígrafe a estas tres mujeres en su vida.

El título, “El carrusel inconcluso”, según el autor, hace alusión a “esa sensación de vacío, de creer que se avanza pero se da vueltas en el mismo sitio. Sin salida.” Agrega también, que alude a la complejidad de los personajes, la exploración de éstos y ante todo, el impacto que estos seres ficticios tienen en el individuo que está detrás de la pluma que los crea.

“Esos personajes me invaden y dejan su huella en mi propio ser psicológico. Son seres de ficción pero son tan fuertes, tan consistentes que dejan dudas y respuestas sobre mi propia vida. Son seres que me permiten hacer un descubrimiento de facetas de mi propia exploración psicológica y de la humanidad en general. O sea mientras yo les escribo a ellos, ellos me escriben a mí.”

Costales considera a la literatura su más profunda vocación, escribe desde los 14 años y describe la experiencia de escribir “El carrusel inconcluso” como una “inmensa alegría”, dado que es parte de su género literario preferido. Ha escrito en total tres novelas de misterio. Su primera fue “Equinoccio de la sombra”, seguida por esta novela destacada y finalmente, “La danza inconclusa” (continuación de “El carrusel inconcluso”) que aún no es publicada. “El misterio es luminoso,” dice el autor con firmeza.

 

 

Amante de la lectura, los animales y el arte. Me expreso mejor a través del movimiento corporal. En una búsqueda constante de nuevas aventuras.

Bernarda Carranza.

 

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