INFUSIONES ANTI INSOMNIO

Kamila Perez, Estudiante de Nutrición y Dietética

Andrea Román, MD Profesor de la Carrera de Nutrición y Dietética

Las medidas de confinamiento para manejar la pandemia por COVID – 19 tuvieron repercusiones sobre la salud mental y el sueño de las personas, quienes se vieron afectados por estos cambios drásticos. No solo el confinamiento, sino también los problemas económicos, los cambios en el estilo de vida y el temor de contraer la enfermedad, actuaron como factores generadores de estrés y desencadenantes de insomnio (Medina et al., 2020). Es importante mantener buenos hábitos de sueño, pues la mala calidad del sueño debilita el sistema inmunológico.

Para combatir el insomnio se propone el uso de plantas medicinales, las cuales tienen principalmente propiedades neurosedantes; esto se conoce como fitoterapia. Una de las plantas con acción somnífera es la pasiflora, cuyos efectos sedantes sirven para prolongar el sueño y tratar la ansiedad, trastornos nerviosos e insomnio, principalmente en infantes (López, 2001). Además, la pasiflora alivia los espasmos intestinales. Otra planta muy conocida es la valeriana, la cual actúa directamente sobre el sistema nervioso central, reduciendo la tensión, la ansiedad e induciendo al sueño. Se recomienda tomar la valeriana mínimo 1 hora previo a la cena, pues si se toma justo antes de dormir puede provocar sueño intranquilo (López, 2001). Cabe mencionar que la valeriana está contraindicada en período de gestación y lactancia por su contenido de aceites esenciales. Por otro lado, está el lúpulo con efecto depresor del sistema nervioso, por lo que se recomienda su consumo en insomnio de origen nervioso. Otro de sus efectos es aumentar el apetito. Por último, está el famoso té de lechuga, cuyas propiedades ansiolíticas provienen de las hojas de lechuga, permitiendo disminuir el nerviosismo, los estados de hiperansiedad y las dificultades para conciliar el sueño.   

El beneficio de utilizar plantas medicinales radica en su capacidad de inducir el sueño de manera natural, sin la remanencia de somnolencia la mañana siguiente y sin riesgo a volverse dependiente de su consumo; exceptuando el caso de la valeriana, cuyo uso por períodos continuos genera dependencia. Además de que su consumo es seguro, omite los efectos secundarios que muchas veces generan los fármacos hipnóticos. 

FUENTES

Jerez, N. (2018). Uso de plantas medicinales como tranquilizante en la parroquia Salasaca [Tesis de grado, Repositario Universidad Técnica de Ambato]. Recuperado de: https://repositorio.uta.edu.ec/bitstream/123456789/27533/ 2/proyecto%20final%20blioteca.pdf 

López, M. (2001). El insomnio: Plantas medicinales con efecto sedante. Offarm, 20 (3), pp. 144 – 150. 

Medina, O., Araque, F., Ruiz, L., Riaño, M. & Bermúdez, V. (2020). Trastornos del sueño a consecuencia de la pandemia por COVID-19. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, 37 (4), pp. 755 – 761. 

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