Centros de educación superior contribuyen a la lucha contra el coronavirus

Los esfuerzos para sobrellevar la crisis sanitaria en el Ecuador no solo están depositados en el personal de salud que está en primera línea atendiendo a la población contagiada, sino también en unidades de investigación científica que buscan descifrar el virus y van detrás de una posible vacuna. En este campo, las universidades, principales centros de investigación y generación de conocimiento han sido fundamentales para entender el comportamiento del virus en nuestro territorio.

Se detectó que aproximadamente 1.347 mutaciones del virus circulan alrededor del mundo. Entre marzo y junio de 2020, la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) identificó que en el país circulan seis cepas del virus SARS-Cov-2. Expertos de la USFQ indican que no es la primera vez que obtienen un conjunto de genes de un organismo. Los planes ahora están dispuestos alrededor del proyecto “Genoma SARS-Cov-2”, el cual busca recaudar fondos para lograr secuenciar más muestras de las cuales se obtengan de 200 a 300 genomas.

La Universidad Técnica Particular de Loja también ha secuenciado genomas; alrededor de 50 de la zona sur de Ecuador. Del mismo modo, la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil aspira secuenciar 100 genomas provenientes de las provincias de Guayas, Santa Elena y Galápagos. Esta investigación en conjunto posibilita saber cómo se distribuye el virus en las zonas más afectadas y si hay mutaciones que se han vuelto indetectables a las pruebas PCR.

Para esta problemática de subregistro, causada por la carencia de pruebas, la poca honestidad de ciudadanos sobre sus síntomas o sobre haber sido contagiados y haberse recuperado, la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) ha desarrollado un mecanismo para tener un estimado de la cantidad de contagiados en la capital: analizar las aguas servidas de uno de los sectores con más contagios de Quito.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha acreditado a 17 centros de educación superior para procesar pruebas PCR por la capacidad de sus laboratorios; 6 de estos pertenecen a la provincia de Pichincha y son: Universidad de las Américas (UDLA), Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) y Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) y Universidad Central del Ecuador (UCE). Juntas, estas instituciones analizan cerca de 850 muestras diarias.

Médicos, científicos e investigadores de la UTE, UDLA y USFQ diseñaron un estudio para demostrar que el plasma de los pacientes que se recuperaron del virus puede ser usado en casos críticos. Este es un plan B para disminuir la letalidad del virus, mientras se trabaja en encontrar una vacuna. “La inmunidad pasiva” consiste en introducir defensas de una persona recuperada a una enferma y ha sido practicada en otras enfermedades. Actualmente, esta alternativa se practica y se estudia en todo el mundo.

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