¿Existen trucos mágicos para bajar de peso?

Por: Andrea Román, MSc.

Doménica Núñez, Estudiante

Carrera de Nutrición y Dietética USFQ

Adelgazar no es un tema fácil, pero con pequeños cambios en la dieta y en la actividad física se puede lograr. Lamentablemente, con frecuencia muchas personas se sienten impacientes por esperar uno o dos meses para ver resultados en su cuerpo, otros tiran la toalla a la semana o rompen la dieta al final del día. La frustración ha llevado a miles de personas a buscar “trucos fáciles para bajar de peso de una manera rápida”. Pero ¿Qué tan efectivos son?

Desde hace décadas miles de investigadores han propuesto teorías que puedan llevar a la persona a perder peso. La primera y más controversial fue descrita por un aficionado quien, en el siglo XIX, aseguro que si consumías conscientemente un parásito llamado “Taenia solium”, esta se iba a comer el alimento que llegue a tu intestino, haciendo que a la larga no absorbas los nutrientes y adelgaces. Y es que a pesar de que muchas personas confiaron en esta teoría, los problemas que causaba este parasito fueron peores. 

Años después, salió otro método peligroso para la salud de la población que se basaba en beber arsénico para adelgazar. Si bien es cierto que una pequeña pizca de este elemento podría estimularte y volverte más activo, existe una delgada línea entre este beneficio y la muerte.

Ventajosamente, con el paso de los años las teorías se hicieron más certeras o por lo menos más seguras. En la actualidad, probablemente te han contado de productos como las fajas de goma, los jabones adelgazantes o las cremas que ayudan a quemar la grasa. ¡Pero debes saber que existen más! ¿Alguna vez has escuchado la dieta de la bella durmiente? Basada en el principio de que si estás durmiendo, no estás comiendo. Esta dieta asegura que bajarás de peso después de consumir pastillas para dormir, alcohol o sedantes que no te dejen comer por más de 20 horas en las cuales le obligan al cerebro a quemar grasa. ¿Muy loco verdad?

Lo que sí es cierto es que, jugar con la mente podría ayudarte a cumplir con ese nuevo estilo de vida. Por eso, existen trucos que han favorecido mucho al momento de llevar una dieta: 

Percepción al jugar con el tamaño de los alimentos: Preparar los alimentos en gran tamaño no solo va a obligarte a masticar con más esfuerzo, sino que también dedicaras más tiempo a cada comida. De igual manera, cortar los productos en pequeños trozos va a engañar a tu cerebro para que piense que tienes más cantidad de alimento.

Visión: El color azul es una tonalidad que actúa como un supresor del apetito, haciendo que comas hasta un 33% menos de lo que sueles ingerir si tu ropa, plato o mantel están de este color. Así mismo, el rojo, amarillo y tomate juegan un papel inverso y aumentan el hambre.

Olor: Se recomienda oler los alimentos antes de consumirlos. Incluso, un estudio dirigido por Alan R. Hirsch, demostró que quienes olieron plátano, menta o manzana antes de empezar la comida, engañaron al cerebro y sintieron menos hambre. Algo similar al mito de encender una vela con esencia de vainilla, para que su aroma actúe en el cerebro y calme las ganas de comer un postre.

En conclusión, si bien estos métodos mencionados anteriormente podrían ayudarte a disminuir tu ingesta de alimentos de una manera natural. No funcionan igual en todas las personas. Son solamente teorías que no sirven en lo absoluto si conjuntamente con ellas no escoges diariamente alimentos y preparaciones saludables, realizas actividad física y te mantienes hidratado. Hay miles de cuentos que prometen milagros, pero el único certero y que no pasará de moda nunca será una correcta alimentación guiada por un nutricionista.

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