¿Por qué las mujeres ya no quieren ser madres?

Las No Mothers o NoMo por sus siglas en inglés, son todas aquellas mujeres que no desean ser madres. Un artículo del diario El Mundo de España señala que, en los países occidentales, entre un 25 y un 30% de mujeres no serán madres. Algunas argumentan que su elección depende de la empatía con los niños o problemas de salud; sin embargo, para otras la decisión responde a que los hijos no forman parte de su proyecto de vida.

A lo largo de la historia, a la mujer se le asignó el rol de ser ama de casa, cuidar a los hijos y ser esposa. “Es aún común escuchar en las casas ecuatorianas que para alcanzar la realización femenina se alcanza con una familia”, explica la socióloga Alexandra Martínez. No obstante, en la actualidad “cada vez son más las que discrepan con este estereotipo”, agrega.

Las únicas razones aceptadas por la sociedad para no desear tener hijos son cuestiones biológicas o problemas relacionados con la pareja; es por eso que cuando una mujer toma la decisión independientemente de esas dos, la connotación de rebelión y de empoderamiento, sorprende. Esta es una opción subversiva, puesto que rompe la idea de que la única misión de las mujeres es ser madres.

Monserrat Villacrés, estudiante de psicología de la USFQ, opina que la maternidad en la actualidad para algunas mujeres “ha quedado de lado; puesto que desean alcanzar primero la satisfacción de sus objetivos personales, tanto en la parte académica, laboral y económica. A su vez, quieren ser personas que puedan ser autosuficientes e independientes”. Martínez expone que este pensamiento se debe gracias a la cantidad de acceso a la educación e información, puesto que “las nuevas generaciones deciden saltarse el ciclo de reproducción para prepararse para los problemas del mundo moderno”.

Por otro lado, Martínez cuenta que muchas mujeres también se cuestionan tener hijos, por el gran impacto económico que representa. Para Evelyn, estudiante de finanzas de la USFQ, pensar en el gasto de pañales, leche o educación le causa “escalofríos”. “Ese dinero podría invertir en una maestría, un post-grado o un viaje”, expone.

Además, las mujeres consideran que el mundo laboral en la actualidad es muy competitivo. Según Martínez las empresas muchas veces prefieren “no contratar mujeres embarazadas o con proyecciones de formar una familia porque piensan que estas no entregarán su mayor concentración, tiempo y esfuerzo a totalidad” para el cargo que se les fue encargado. Michel Cevallos, estudiante de comunicación y relaciones públicas de la USFQ, reflexiona que, si se desea ser madre, debe considerar las posibles consecuencias en su carrera profesional.

En una encuesta realizada por la Organización Internacional del Trabajo en noviembre del 2018, las mujeres ganan el 77% de lo que perciben los hombres. En este estudio se menciona a la maternidad como uno de los factores de la brecha salarial. Además, se subraya que las mujeres con hijos generalmente perciben menos remuneración frente a las que no tienen hijos.

Otra de las razones por lo que tanto hombres como mujeres no han considerado la paternidad como parte de su futuro, es el desconsuelo que les deja el calentamiento global. Según el estudio “La brecha en la mitigación del clima” realizada por el investigador de la Universidad de Columbia Británica, Seth Wynes, expila que tener un solo bebé por pareja será la acción de mayor impacto para disminuir la huelaa de dióxido de carbono por cada individuo y permitiría reducir las emisiones casi en 60 toneladas anuales.

Frente a esa situación, Cevallos expone que se debe pensar en el posible futuro que se le brindará al niño; pues se conoce que eventualmente los glaciares se derretirán, el agua se terminará y el clima aumentará. “No voy a traer al mundo a un ser humano para que sufra”, comenta.

Cada decisión y opinión es respetable. Este reportaje no tiene la intención de menospreciar la maternidad; sino recordar a los lectores que somos una sociedad libre, con diversidad de opiniones y lineamentos. Además, busca luchar contra los estereotipos que encasillan a la mujer.

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