El sábado 6 de junio de 2015, no había dónde poner un sólo pie en el coliseo de la Universidad San Francisco de Quito. 633 estudiantes de pregrado y posgrado se graduaron en una de las ceremonias más grandes registradas. Los estudiantes, ansiosos por recibir su título, conversaban entre sí. Esa fue la última vez que esa promoción se reuniría en un mismo lugar.
El canciller Santiago Gangotena abrió el evento con su discurso y esta vez, se enfocó en la importancia de las Artes Liberales. “Las artes liberales son individualistas, porque para comprender la experiencia humana, debemos partir del individuo y de cómo este se relaciona consigo mismo y con el cosmos”, dijo el canciller. Su discurso fue muy claro: se debe simpatizar con la infinita experiencia humana para cooperar e interactuar con el otro.
Al terminar su discurso, se entregó los reconocimientos a los estudiantes acreedores del premio Deloitte Award. María Inés Jaramillo, vicepresidenta del último gobierno estudiantil, ganó la gran beca Deloitte entre tres finalistas a nivel nacional. Este reconocimiento –de 5.000 dólares en efectivo– fue entregado a Jaramillo por su esfuerzo y dedicación en las áreas de economía y finanzas. El colegio de administración y economía (CADE) de la USFQ escogió a tres alumnos para que envíen sus carpetas basándose en rendimiento académico, proyectos realizados, negocios emprendidos y servicio comunitario. “Estoy súper agradecida con el CADE por darme esta oportunidad. La verdad pensé que no me iban a llamar porque es un concurso súper competitivo y los candidatos eran muy buenos. Siento que esto representa el fruto de cinco años de esfuerzo”, comentó Jaramillo.
La petición de títulos lo realizó la graduada en publicidad, Luciana Musello Vásconez. Ella corroboró con el canciller en que las artes liberales son fundamentales para el desarrollo personal. Musello recalcó que, “necesitamos desenvolvernos en lo específico, pero siempre tener en cuenta lo multidisciplinario y eso es lo que da relevancia a nuestras investigaciones y emprendimientos. La intención es ser versátiles, pero metódicos y ver a la disciplina como un espacio de libertad, como la capacidad de hacernos cargo de lo que sentimos y de lo que pensamos”. Este discurso fue dirigido expresamente a todos sus compañeros que ese día se despidieron de la universidad para siempre. Ella les dio un consejo: tomar la graduación como algo serio.
Visita la galería de fotos aquí
