Alimentación en escolares

Por: Lucía Eguiguren, ND.
Carrera de Nutrición y Dietética

La alimentación saludable es necesaria a lo largo del ciclo de vida para mantener un estado de salud óptimo y evitar cualquier tipo de enfermedad relacionada a la alimentación

Sin embargo, en grupos vulnerables como mujeres embarazadas o niños, la alimentación se vuelve un factor muy importante para el correcto funcionamiento cerebral y el desarrollo cognitivo. En varios estudios se ha demostrado que la dieta se relaciona directamente con la memoria y la capacidad de aprendizaje.

Por lo general la dieta occidental, o más conocida como la alimentación de rápido acceso, está relacionada con los problemas que los niños demuestran en las escuelas y en su vida cotidiana.

El consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas y sal, se relaciona con un rendimiento cognitivo bajo en todos los grupos de edades. Debido a que se debilitan las conexiones neuronales y además la formación de las estructuras del cerebro empiezan a decaer alterando procesos de aprendizaje y memoria.

La mayoría de alimentos que se comercializan en los bares escolares son alimentos procesados que contienen un nivel elevado de energía, poco valor nutricional, pérdida de vitaminas y minerales que son esenciales para el crecimiento y salud de las personas.

Es importante que las personas encargadas de la alimentación de los menores aprendan a elegir comidas saludables y entender la cantidad de energía que requieren para su desarrollo cerebral. Para que de esta manera, puedan responder ante la demanda intelectual que las diversas actividades requieren.

Por ejemplo, los escolares consumen dulces y gaseosas en un promedio de cuatro a seis veces por semana, esto aumenta el riesgo de problemas disciplinarios. Por el contrario, los escolares que consumen pescado y fruta de una a tres veces por semana, reducen problemas de disciplina y mejoran la autoestima.

Asimismo, la actividad física es el complemento fundamental de una alimentación saludable, ya que aumenta el flujo sanguíneo y hay una mayor oxigenación cerebral que ayuda a aumentar la concentración y la memoria de los alumnos.

En varios estudios se ha demostrado que las ventajas de hacer ejercicio consisten en lograr un mejor rendimiento en áreas como matemáticas, lenguaje, la obtención de mejores resultados en calificaciones, el no abandono escolar e incluso la obtención de título universitario.

Sin embargo, los escolares que utilizaban las horas destinadas a la actividad física para otras actividades, tenían un bajo rendimiento académico, un mayor porcentaje de deserción escolar o la repetición de cursos.

Finalmente, es importante brindarles un ambiente saludable tanto en su alimentación como en la actividad física a los que se encuentran expuestos para asegurar la máxima expresión de su potencial académico.

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