Hoy en día la navidad es una celebración casi universal. Sin embargo, a lo largo de la historia, miles de culturas han celebrado estas fechas (no necesariamente llamándolas navidad)
A continuación, haremos un pequeño recorrido por la identidad de esta fecha, y la forma en que se ha celebrado alrededor del mundo, durante cientos de años.
El origen de la Navidad que conocemos es diverso. La fiesta cuenta con elementos de la religión cristiana (el nacimiento de Jesucristo), pero también con ciertos ingredientes extra que se han añadido en los últimos siglos. Papá Noel, por ejemplo, proviene de la figura del obispo turco San Nicolás de Myra, conocido ampliamente en el mundo católico por su labor caritativa.
Por otro lado, la estética de la navidad que hoy en día conocemos se la debemos en gran parte a las labores de marketing de Coca Cola durante más de un siglo, y al clima del hemisferio norte (por encima de los trópicos) durante estas fechas.
Más allá de esto, la fecha en que se celebra Navidad ha sido de importancia casi universal para los diversos grupos humanos que han habitado este planeta. Para el hemisferio norte, entre el 20 y 23 de Diciembre tiene lugar el solsticio de Invierno; y para el hemisferio sur este es el solsticio de verano.
En las sociedades agrícolas estas fechas son de gran importancia, pues guían el calendario de los cultivos, el clima, y al apareamiento de los animales. Además de esto, la fecha podría estar cargada de significados simbólicos, pues en este punto el sol está en su máximo esplendor (en el hemisferio sur), o a punto de renacer (en el hemisferio norte).
Por esta razón, a lo largo de la historia la fecha de la navidad actual ha sido motivo de celebración. Aquí, en la región andina, y más precisamente dentro del Imperio Inca y sus herederos, se celebra el Kapak Raymi (Fiesta de la sabiduría).
Se trata de un tiempo de transición, donde los jóvenes se visten de adultos, y los líderes se preparan para ejercer su liderazgo; entre otras cosas, se deshierba la chakra para dar comienzo al sembrío. Esto sucede el 21 de diciembre, desde hace cientos de años hasta el presente.
En el sintoísmo japonés, se venera a Amaterasu, la diosa del Sol. El mito cuenta que se encerró en una cueva, causando tiniebla y hielo. Los dioses, temiendo que la tiniebla fuera eterna, organizaron una fiesta para invitarla a salir. Su regreso al mundo se conmemora cada año, en tiempo del solsticio de invierno.
Adicionalmente, en diversos rincones del mundo se han adoptado formas sincréticas de celebrar la navidad occidental. Como por ejemplo, las costas de Brasil, donde el papel trascendental de la nieve para las navidades del norte lo encarna la playa: se ilumina el cielo, se baila música afro, y se ofrenda al mar para buena suerte. La lista podría prolongarse casi infinitamente, con sus propias particularidades en cada diferente grupo humano.
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