El arte importa

  Por: Gabriela Jaque

A los 16 años, Jean-Claude Van Damme tomó clases de ballet. Lo hizo para mejorar su flexibilidad y combinar la técnica de la danza con las artes marciales, dando como resultado los asombrosos movimientos en sus películas

Ahora, hablemos de alguien menos conocido. Merritt Moore es una bailarina profesional de ballet con más de 10 años de experiencia. Ha bailado con el Ballet de Zurich, Ballet de Boston, y con la compañía del Teatro de Ballet Contemporáneo de Londres. Cuando no está en el escenario, Moore estudia para obtener su doctorado en Óptica Cuántica en la Universidad de Oxford.

Igual que Van Damme, Moore ha logrado mezclar exitosamente sus dos pasiones para obtener resultados increíbles, que incluso han sido el tema de un Ted Talk. Hay una lección importante que nos han enseñado como estudiantes de artes liberales pero que no siempre logramos poner en práctica: el arte importa.

No somos ni tenemos que ser Jean Claude Van Damme ni Merritt Moore para encontrarle un lugar al arte en nuestra vida. El arte es una puerta abierta a varias disciplinas y a la posibilidad de reinventarse todos los días.

El arte nos obliga a plantearnos objetivos distintos, a pensar diferente, a salir de nuestras vidas unos minutos.

“… la medicina, las leyes, los negocios, la ingeniería, estas son carreras nobles y necesarias para el desarrollo de la vida. Pero la poesía, la belleza, el romance, el amor, son las razones para seguir viviendo”, dice el profesor John Keating, intrepretado por Robin Williams, en la película El club de los poetas muertos.

A riesgo de sonar como un escritor romántico del siglo XIX, debo decir que hay una verdad innegable del arte y es que nos vuelve más humanos porque nos obliga a reencontrarnos a nosotros mismos, a destruirnos y construirnos en el proceso creativo.

Busquemos el arte y dejemos que nos encuentre, solo cosas buenas pueden salir de una unión como esa.

Leave a Reply

Your email address will not be published.