¡El plato no está servido!

    Por: Carolina Nardelia Ortiz Espinoza

En términos de acceso a posiciones directivas para las mujeres el plato no está servido; y, en algunos casos el plato ni siquiera existe.

De acuerdo al último reporte de la lista de las 500 empresas del índice S&P de enero 2017; las mujeres con posiciones directivas de CEO’s representan el (5.8%) del porcentaje total. Porcentaje alarmante cuando analizamos la composición poblacional. Las mujeres representan a este año 2017 el (49.56%) frente a los hombres que representan el (50.44%). Conforme se muestran en las cifras de Naciones Unidas, este porcentaje aumentará mínimamente en el caso de las mujeres.

En lo que respecta a la presencia de mujeres en juntas directivas; un reporte de CWDI sobre las 100 empresas más grandes de Latinoamérica; estableció en el 2015 que las mujeres tienen únicamente el (6.4%) de participación. En cuanto a Ecuador, según datos de una encuesta de IPSOS sobre la presencia femenina en grandes empresas al 2016, se determinó de la muestra que únicamente el 10% de las gerencias generales “CEO’s” son ocupadas por mujeres.

Contrastando esta información, se determina que a pesar de representar casi el (50%) de la población; las mujeres no nos encontramos representadas. De aquí que, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible sea lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las niñas y mujeres. La estadística evidencia que la presencia de mujeres en posiciones directivas permite alcanzar un mejor rendimiento. La revista Forbes menciona un reporte donde las empresas con (30%) de mujeres en posiciones directivas tuvieron un rendimiento superior del (6%) a empresas con liderazgo homogéneo.

Sin número de estudios demuestran que el acceso a posiciones directivas para mujeres es mínimo. La firma Catalyst hace un análisis donde si bien las mujeres representan casi el (45%) de la fuerza de trabajo, cuando se analizan los escalones hasta posiciones gerenciales este porcentaje se reduce en cada escalón. En Ecuador según datos de IPSOS al 2016, el (65%) de las empresas no tiene políticas de promover la participación de mujeres en directorios y cargos gerenciales.

Transformar esta realidad es un deber para todos y es posible. Lo que se requiere para hacerlo en nuestro día a día es: informarse, compartir esta información, educar a quienes nos rodean y poner sobre la mesa la importancia de las mujeres en el liderazgo. Sumado a esto es importante identificar cuando exista un acto de discriminación o de desigualdad en razón de género y abordarlo como tal.

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