A unos pocos años luz

Escrito por Mateo Arias, colaborador de Ciencia al Rescate.

Star Wars- o La Guerra De Las Galaxias- es una de las franquicias de ciencia ficción más importante en la historia del cine. La primera película, el Episodio IV, estrenó en 1977 y desde entonces se convirtió en un símbolo de la cultura popular . Pero en realidad, esta saga tuvo impacto mucho mayor. Algunas de las ideas que surgieron en un guion, y una serie de películas, se convirtieron en propuestas válidas para ser reproducidas científicamente.

  1. Las memorables apariciones de autos voladores son conceptos que ya se plantean en la actualidad. La empresa Moller International diseñó un auto que planea tres metros sobre el nivel del suelo y puede volar. Aunque no está a la venta al público, los prototipos están presentes.
  2. Otro ejemplo es una tecnología similar a la proyectada en las películas: la levitación magnética o el concepto fundamental mediante el cual funciona el tren bala en China y alcanza velocidades aproximadas de 400 km/h.
  3. El icónico personaje R2D2 -cariñosamente Arturito en español- ha sido inspiración para crear nuevos robots y para añadir características más familiares. Este es el caso de Asimo, un humanoide desarrollado por la empresa Honda.
  4. La mano biónica de Darth Vader ya es una realidad. Hoy en día es posible encontrar prótesis que utilizan señales mioeléctricas -controladas con impulsos musculares-, lo que facilita la interacción con el cuerpo y una respuesta intuitiva en situaciones que requieren procesos complejos.
  5. Los hologramas 3D fueron desarrollados en la Universidad de Arizona en el año 2010 utilizando 16 cámaras y dos lásers que se proyectan en polímeros fotosensibles. Esta tecnología aún no se constituye completamente, al igual que los sables de luz, artefactos que los científicos han intentado recrear usando plasma ya que la luz convencional posee una característica disipadora que no permite la concentración en un solo lugar.

Ciencia ficción es un término que en la actualidad ya no parece tan distante gracias al desarrollo de la tecnología (y sus precios cada vez más asequibles).

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