Tres estudiantes del colegio Politécnico de la USFQ presentaron ante las autoridades de la Universidad un prototipo pionero en el país.
Diego Larrea, Daniel Navarrete, estudiantes de ingeniería electrónica y David Villacís, estudiante de ingeniería en sistemas, empezaron hace un año el diseño y construcción de una máquina que serviría como dispensador de medicamentos. El prototipo es el trabajo de titulación de los tres estudiantes.
El profesor del Colegio de Administración y Economía y gerente general de Sistemas Médicos USFQ (SIME), Jaime Ocampo, tuvo la idea de crear una farmacia robot –una farmacia móvil que puede operar sin la necesidad de una persona para entregar los medicamentos- . El proyecto se ligó con el colegio Politécnico y SIME para financiarlo. Según Navarrete, los estudiantes invirtieron alrededor de 10 horas semanales durante un año en la creación de la máquina.
El prototipo, al igual que otras dispensadoras automáticas, opera por gravedad. “Cada posición que ves tendría un motor o un tornillo al final que es lo que hace que se mueva cada medicamento a la última posición,” afirma Larrea. La máquina está pensada para la relación directa con el consumidor en cualquier espacio público. “El consumidor puede ir directamente y pedir a la hora que quiera,” afirma Larrea. Ésta opera con el uso de un aplicativo móvil por el cual la persona escoge qué medicamento quiere. Adicionalmente, la persona crea un perfil e ingresa sus cuentas de banco para que el pago sea efectuado a través de la aplicación desde el celular ese rato. La máquina también está pensada para el control de inventario de medicamentos en empresas, farmacéuticas y hospitales.
Los tres estudiantes buscan ahora implementar una empresa con este prototipo y poder industrializarlo. “Necesitamos buscar inversores que crean en el proyecto y que nos ayuden a financiarlo (…) En sí el proyecto es pionero en el país, nadie más lo está haciendo,” afirma Larrea.
