¿Cuál es el costo de una protesta?

Leonidas Iza, presidente de la CONAIE, convocó hace unas semanas a un paro nacional indefinido a partir del 13 de junio. El pasado 5 de junio, el líder indígena realizó una manifestación pública este 5 de junio respecto a las demandas del movimiento a la actual administración pública. Entre las demandas pedidas; se encontraba la reducción del precio de los combustibles, alivio económico para más de cuatro millones de familias, precios justos en los productos del campo, empleo y derechos laborales, moratoria a la ampliación de la frontera extractiva minera/petrolera, auditoría y reparación integral por los impactos socio ambientales, respeto a los 21 derechos colectivos, alto a la privatización de los sectores estratégicos, políticas de control de precios y a la especulación en el mercado de los productos de primera necesidad, salud y educación y seguridad, protección y generación de políticas públicas efectivas.

Por segundo día continúa el paro indígena, en la vía Quito-Latacunga en el sector El Romerillo, comuneros del lugar cerraron el paso. Foto: Carlos Granja Medranda. Foto: El Universo

Para el primer día de manifestaciones, los protestantes ya se habían tomado la Vía Panamericana, que atraviesa todo el Ecuador de norte a sur. Ocurrieron bloqueos con árboles, piedras y tierra. En ciertos casos, también estuvieron presentes las quemas de neumáticos. Se reportó además el cierre parcial de algunas de las vías más importantes de las provincias de la sierra; entre esas Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza.

Otros movimientos sindicalistas que encontraron con las demandas de la CONAIE un común, el rechazo de las ‘medidas neoliberales’ del gobierno de turno, también se ha sumado a las manifestaciones. Estas han sido la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, entre otros.

Ahora bien, una protesta de la magnitud de la actual ocurrida en el Ecuador tiene muchas consecuencias tanto directas como indirectas. Poniendo aparte la ola de violencia que esta implica, el costo de oportunidad para la nación es muy elevado. Únicamente para el sector turístico, un solo día de paralizaciones de actividades representa una pérdida de aproximadamente 2 a 5 millones de dólares. Pues esta es actualmente, la tercera fuente de ingresos no petroleros en el país.

En el caso del paro de octubre 2019, las pérdidas en el sector productivo fueron de más de 800 millones de dólares. De estas, más del 10% representaban consecuencias en cuanto a pérdidas dentro del sector turístico del país.

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