La importancia del niksen, o el no hacer nada

Desde el 2017 Japón, respondiendo a una elevada cifra de muerte dentro de su población debido a exceso de trabajo, implementaron en su idioma el término karoshi, que se traduce como muerte por exceso de trabajo. El orden mundial actual es cada vez más exigente con quienes la componen. Con el pasar del tiempo se ha ido moldeando una idea colectiva, que impulsa la hiperproductividad en las personas. No solo eso sino de la mano con la hiperproductividad se ha fomentado la idea errónea de que el descanso es inútil, una pérdida de tiempo y catalogado para gente ‘perezosa’. La idea de ‘aprovechar el tiempo libre’ para estar comprometido en realizar demás actividades con fines productivos, dejando un tiempo inexistente para el descanso, se ha popularizado mucho. Especialmente gracias a las medidas políticas adoptadas por cada país de cuarentena, que si bien llevó a muchas personas a aprender cosas nuevas y salir de su zona de confort, el obsesionarse con esto llevó a la hiperproductividad en muchos. Sin embargo, esto puede ser un arma de doble filo para quienes padecen de esto.

Foto 1: Niksen, o no hacer nada.

El muy aclamado ‘síndrome del quemado’ o burnout es un tipo de estrés muy común que se termina desarrollando como consecuencia de ser hiperproductivos. De hecho, en el 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció al burnout como una enfermedad y una de los principales problemas actuales de salud mental. Esto no solo genera fatiga sino cansancio físico, mental y emocional que incluso pueden derivar a enfermedades mentales, como ansiedad o depresión. Parece fácil decir que es muy importante el descansar y darse tiempos de ocio, sin embargo, se ha creado una cultura obsesionada con la productividad. Ergo, en algunos casos se requiere de mucho trabajo psicológico para poder adoptar tiempos debidos de descanso. Existe una técnica neerlandesa llamada ‘niksen’ que se traduce a literalmente ‘no hacer nada’, que tiene el objetivo de combatir el estrés e impulsar la creatividad. Pero, ¿cómo impulsar el niksen, o el arte de no hacer nada para las personas que están obsesionadas con ser productivas?

Sandi Mann, una psicóloga de la Universidad de Lancashire Central en el Reino Unido, realizó una investigación y encontró que la relación con el daydreaming o el soñar despierto, va muy de la mano con la inactividad y la creatividad. Esta actividad vuelve a las personas más creativas, recursivas para solucionar problemas y aumenta la capacidad de tener ideas originales. Sin embargo, hay que entender que lo que fomenta el niksen es el realmente no hacer nada: no contar con ningún estímulo externo, especialmente cualquier aparato tecnológico. Algunas actividades incluyen el recostarse despiertos, ver la ventana, o cualquier actividad que estimule al cerebro para que pueda encontrar sus propios estímulos.

Existen diferentes concepciones en cuanto a la adopción del niksen en la vida de las personas. El sociólogo danés Rutt Veenhoven, de la Universidad de Erasmo en Holanda, ha dedicado gran parte de su investigación en cuanto a este tema. Veenhoven menciona que esta práctica se debe tratar única y exclusivamente de relajarse y disfrutar, como mejor le sirva a cada persona. Hacer pausas del computador o del celular y alejarse del trabajo por una significativa cantidad de tiempo al día puede tener un gran impacto positivo en cuanto al bienestar de cada persona y, con el bienestar, viene una mejor productividad.

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