Covid-19 y mortalidad por género en países Europeos: Un meta-análisis

El estudio fue realizado en colaboración con la Universidad San Francisco de Quito USFQ, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, Instituto Universitario Dexeus, Hospital General de Villalba, Hospital Universitario Miguel Servet, Universidad de Zaragoza Faculty of Medicine y Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón and University of Zaragoza Faculty of Medicine. El estudio comprueba que al menos en Europa el COVID-19 presentó mayor mortalidad en hombres que en mujeres.

Los investigadores del proyecto fueron: Faustino R. Pérez-López, Mauricio Tajada, Ricardo Savirón-Comudella, Manuel Sánchez-Prieto, Peter Chedraui, Enrique Terán.

“Tras la llegada del COVID-19, a pretexto, surge la idea de hacer un análisis para saber qué está sucediendo en Europa, cronológicamente anterior a lo que sucedió en Latinoamérica y lo que podíamos obtener de datos para poder saber, entender y realizar una comparación en mortalidad en hombres que en mujeres”, cuenta Enrique Terán, uno de los investigadores del proyecto.

Coronavirus disease 2019 and gender-related mortality in European countries: A meta-analysis”, es el nombre del proyecto cuyo fin principal tuvo como objetivo estudiar la tasa de mortalidad entre hombres y mujeres, a causa del COVID-19. En los resultados del estudio, publicado en Maturitas (IF 3.63), se concluyó que durante los últimos meses, la tasa de mortalidad relacionada con la pandemia de COVID-19 fue significativamente mayor en varones europeos que en las mujeres europeas, pero las causas o mecanismos y circunstancias de esta diferencia no fueron identificables con la evidencia disponible. Además, en una parte del análisis se menciona que la tasa de mortalidad mayor en hombres se desglosa del dar preferencia a pacientes con mayores probabilidades de sobrevivir, los más jóvenes y las mujeres.

“He tenido la oportunidad de conversar con varios colegas que están trabajando en países europeos y están enfrentando la problemática del Covid-19, y desafortunadamente lo que ellos han relatado es esta decisión dramática, de tener que tomar decisiones forzosas y qué hacer cuando ya no tenían espacio para recibir a más pacientes”, detalla Terán, doctor, investigador y docente en la USFQ. “Nosotros asumimos que  las condiciones del sistema de salud eran mejor, pero fue impactante el ver que no daba abasto por la cantidad de infectados que era impresionante”, señala.

En el análisis se menciona que quizás las personas más jóvenes fueron priorizadas para acceder a la terapia intensiva.

Trabajo constante sin limitantes

“Ahora para la mayoría de gente el teletrabajo se ha vuelto una rutina, pero para nosotros, al menos en el campo de la investigación, es algo de largo tiempo atrás. Nuestras investigaciones son un proceso de largos años atrás, en los que los doctores hemos trabajado constantemente en conjunto para otros proyectos”, afirma Terán, quien para el estudio publicado en Maturitas (IF 3.63) trabajó con el Doctor Peter Chendraui, de la Universidad Católica de Santiago de Guayáquil y Faustino López Reyes, quien está en España, y con quienes ya había trabajado en proyectos anteriores.

Los grupos colaborativos de trabajo se han acostumbrado a trabajar completamente a distancia, por lo que las actividades en línea no es algo nuevo o que aparezca en la actualidad. El trabajo a distancia es prácticamente para ellos una rutina, pues están completamente acostumbrados a investigar, enviar los datos de un lugar a otro, hacer reuniones no presenciales o por teléfono, y todo esto les ha permitido continuar avanzando en el desarrollo de la instigación.

“Este es un estudio más reciente es interesante por la cronología de la situación, porque tenía que hacerse rápido. Lo que nosotros hicimos fue distribuirnos el trabajo”, detalla Enrique. Cada investigador buscó diferentes datos que estaban disponibles, de tal forma que con esa información se construyeran las bases de datos y estas fueran analizadas en simultáneo para que los investigadores de distintos países logren tener la data lista y elaborar el manoescrito para publicación. “Sin duda alguna este fue un proceso en contra del tiempo, por eso mientras más rápido se podían conseguir los datos mejor era y mientras menos datos existía más fácil ubicábamos esos faltantes para lograr concretar la información”, cuenta el investigador y director del Hospital Simulación Médica de la USFQ.

Próximamente, se está pensando hacer algo parecido en Latinoamérica.

Los factores implicados en la mortalidad por COVID-19, incluida la edad, basal estado de salud, comorbilidad y estilo de vida.

Situación Critica En Ecuador

“Lo que nos preocupa es que el sistema colapse, ya no de abasto y tengamos que empezar a escoger a los pacientes. Desafortunadamente se va a llegar a un punto en el que nuestro sistema va a colapsar, porque lastimosamente los hospitales ya están llegando a su tope”, explica Terán. “A los médicos les va a tocar hacer un juicio sobre que paciente se le da atención y a cuál no, es por una cuestión de capacidad física”, añade.

Liberación de datos

“Creo que es una gran equivocación que los datos de cifras en Ecuador se mantengan ocultos. Al no transparentar los datos se genera una falsa idea de seguridad y es por eso que la gente baja la guardia, deja de protegerse y los contagios incrementan”, afirma Enrique Terán. “Nosotros deberíamos recibir la data exacta de lo que está sucediendo de forma tal que a la gente se la pueda hacer asustar y tomar conciencia”, concluyó.

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