El Covid-19 evidencia que las sociedades no están preparadas para el envejecimiento: una charla de Jonathan R. Guillemot

“El mundo en su conjunto está relativamente envejecido”, dice Jonathan Guillemot para iniciar su ponencia. Él hace referencia al presente, período de la historia en el que los seres humanos han sido más longevos, entre otras razones, porque la muerte infantil y prematura ha disminuido significativamente. Los esfuerzos de la ciencia relacionada a la salud humana no solo han sido para disminuir las probabilidades de que las enfermedades nos lleven a la muerte intempestiva y prematura, sino también para fortalecer los cuerpos a tal punto de que vivan más que antes. Sin embargo, aunque las ciencias de la salud logran su objetivo y la sociedad celebra el milagro de la longevidad, en situaciones como la crisis sanitaria que vivimos actualmente, nos damos cuenta de que la población de adultos mayores, a pesar de ser vulnerable, también es discriminada, incluso por el mismo sistema de salud. En este contexto, Guillemot se pregunta: ¿las sociedades están preparadas para el envejecimiento?

La política y los medios de comunicación manejan un doble discurso alrededor del envejecimiento: por un lado, hablan de sistemas de salud que velan por la esperanza de vida y “premian” la longevidad con supuestos beneficios sociales; por otro lado, hablan de la “maldición” de la longevidad, sobre los altos costos que esto representa y el envejecimiento de la fuerza laboral, que significa decrecimiento de la producción en el sistema capital.

En el contexto del coronavirus, los adultos mayores representan una población de riesgo porque son más vulnerables al virus. Al mismo tiempo, representan riesgo porque podrían saturar al sistema de salud pública, que en este tiempo ha demostrado preocupación por sanar a la población joven. Esto pone en escena la teoría de biopolítica de Foucault: “hacer vivir o dejar morir”, el debate al que el sistema se ha enfrentado y hospitales en países como Italia han resuelto, retirando respiradores a adultos mayores para dárselos a jóvenes contagiados.

Guillemot se pregunta si ser mayor o tener condiciones de salud subyacentes la verdadera causa del riesgo. Por supuesto que las personas mayores tienen más probabilidades de tener condiciones de salud subyacentes, pero la pregunta sigue sin tener respuesta definitiva. Más allá de las políticas públicas que se puedan proponer basadas en la edad de los seres humanos, Guillemot propone una forma de medir esa edad: por cronología o fisiología. Esto supondría medir la edad no por los años contados desde el nacimiento, sino a partir de las condiciones de salud de un cuerpo. “Al utilizar la edad cronológica como medida, corremos el riesgo de sobregeneralización y estigmatización de las personas mayores”.

Otro tema es la muerte en la sociedad contemporánea, que se ha relacionado con el envejecimiento mayor, por la baja tasa de mortalidad infantil, el envejecimiento oculto, al ocurrir lejos del ojo público, e institucionalizado, por suceder en hospitales u hogares de ancianos. El Covid-19 no ha hecho más que reforzar el paradigma sobre la vejez, con la diferencia de que ha hecho visible la mortalidad, en un mundo donde las personas mayores participan poco o son invisibles.

Durante la crisis sanitaria, hemos permanecido en “una dictadura de cifras de mortalidad”, es decir que las muertes asociadas con el virus se actualizan y se transmiten al diario. Guillemot es crítico con eso, pues evidencia que la muerte es un tema del que se habla ahora por la coyuntura, pero que eso no significa que la muerte jamás hubiese existido. “Es como si nosotros, como sociedad, estuviéramos descubriendo la existencia de la muerte”. Esto implica además hablar de la prevención de la muerte, pero de la muerte causada por Covid-19, porque las otras muertes son invisibilizadas, más aún las muertes “naturales”.

Esto último hace que nos preguntemos qué es morir “naturalmente”, porque las muertes “naturales” ahora se perciben como víctimas trágicas y evitables de un fenómeno mal controlado. Debido a la imposibilidad de hospitalización por el riesgo de infección, las enfermedades no se tratan: eso produce muertes no relacionadas directamente con el coronavirus, pero si en el contexto del coronavirus.

Actualmente, los pacientes de mayor edad reciben intervenciones extraordinarias para evitar que mueran de por coronavirus. En circunstancias más ordinarias, si padecían alguna otra enfermedad, es posible que no hayan estado sujetos a esfuerzos impresionantes para salvarlos. Esta salvación de vidas “a cualquier costo” ha llevado al “hiper-aislamiento de las personas mayores” para protegerlas, dice Guillemot, quien pone énfasis en la palabra “hiper-aislamiento”, porque los adultos mayores ya estaban aislados antes de que comenzara la pandemia.

La pandemia del Covid-19 plantea preguntas sobre el enfoque que le damos al envejecimiento: en lugar de centrarnos en las cifras de mortalidad, debemos recurrir a medir la calidad del final de la vida y la calidad de la muerte. Además, usar la edad fisiológica en lugar de la edad cronológica ayudará a evitar intervenciones médicas inútiles. Esta ponencia se desarrolló en el webinar “Bioethics and Covid-19”, para transmitir puntos clave sobre el COVID-19 y bioética. Esta fue organizada por el programa de Salud Global de la Association of Pacific Rim Universities (APRU) y la Escuela de Medicina USFQ.

Jonathan R. Guillemot es profesor e investigador en gerontología en la Universidad San Francisco de Quito USFQ, Ecuador. Es el director del programa de capacitación de cuidadores de personas mayores de la USFQ. También coordina la One Health Initiative. En el instituto pedagógico de la USFQ, coordina la Clínica de Investigación. Sus intereses incluyen: Sociología del Envejecimiento (actitudes de cuidado hacia las personas mayores y su participación política), Pedagogía de la Investigación (cómo generar una comunidad de investigadores).  Sus principales investigaciones en curso son “Procesos de selección de medicamentos para la osteoporosis en Inglaterra y Francia”, “Indígenas mayores en y su rol en las protestas en Ecuador”, “Revisión sistemática de los paneles de Delphi en salud: un proyecto de investigación pedagógica“.

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