Dragon Pool: El poder de conectar a los dragones

Con seis meses de actividad Dragon Pool marca un saldo positivo. Esta idea impulsada por Ariel Torres, estudiante de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), se basa en compartir un auto entre estudiantes para transportarse a la universidad. Los pasajeros identifican al conductor que toma su misma ruta y viajan juntos a la universidad.

Por: Doménica Yánez

Por este servicio los pasajeros pagan un valor base de 50 centavos más cinco centavos por cada kilómetro recorrido. Esta interacción se da por medio de grupos de Whatsapp creados por cada zona de la ciudad. En un inicio, los estudiantes podían formar parte del grupo correspondiente a su zona a través de un código QR. Por motivos de seguridad, a partir del 30 de marzo de 2019 se decidió reiniciar los grupos. Ahora para acceder a los chats se debe enviar un mensaje a Ariel con una foto del carnet de la universidad o del MysiteUSFQ para así asegurarse que los miembros de los grupos de Whatsapp son todos parte de la USFQ.

Los mayores beneficios mencionados por los pasajeros son la seguridad y rapidez del viaje. Andrea Zapata, pasajera de Dragon Pool, vive en la zona del Valle de los Chillos por lo que debía tomar un taxi y dos buses para llegar a la universidad. Este trayecto duraba una hora y media y debía gastar alrededor de dos dólares en pasajes. Por su parte, Clara Ordoñez tomaba tres buses y gastaba setenta y cinco centavos para transportarse desde el sur de Quito a Cumbayá. Con Dragon Pool, Andrea y Clara llegan a la universidad en menos de una hora por un precio de un dólar con cincuenta centavos.

Ariel Torres indica que una de las bases de esta iniciativa es el sentido de colaboración entre pasajeros y conductores. Stalin Paredes forma parte del proyecto desde hace tres meses. Él transporta de dos a cuatro personas por día obteniendo una ganancia de cuatro a seis dólares. Este dinero extra lo usa para cubrir sus gastos de gasolina. Por otro lado, Tamara Álvarez pocas veces ha brindado este servicio. Las veces que lo ha hecho ha preferido no cobrarles a sus compañeros pues disfruta más de la charla que ellos le ofrecen.

Dragon Pool busca además reducir el impacto ambiental generado por la universidad. María José Ayala, encargada de la oficina de innovación y sostenibilidad de la USFQ, indicó que la movilidad es responsable de un 62% de la huella de carbono de la institución. Además, la USFQ y el Paseo San Francisco causan embotellamientos por lo que es necesario reducir la cantidad de autos en la zona. A pesar de que las encuestas revelan que la mayor cantidad de usuarios de Dragon Pool son estudiantes que viajaban en bus y han cambiado su forma de transportarse, María José señala que es mejor que un auto venga lleno a que venga subutilizado. 

La iniciativa ha ido ganando popularidad en los últimos meses, sin embargo, aún existe un gran porcentaje de estudiantes que no conocen sobre Dragon Pool. Las expectativas de Ariel, María José y usuarios como Stalin y Andrea es que la iniciativa se desarrolle y llegue a convertirse en una aplicación que facilite la movilidad de los dragones.

¿Cómo surgió la iniciativa?  

Dragon Pool nació en las aulas de la USFQ. La iniciativa fue del agrado de Carlos Montúfar, profesor de la USFQ, quien apoyó el proyecto asesorando a Ariel sobre cómo poner en marcha su idea. En agosto del 2018, Ariel creó los chats de WhatsApp para cada zona de la ciudad, abrió cuentas en las redes sociales y pegó posters en las carteleras de la universidad. Hoy en día la página de Facebook de Dragon Pool cuenta con alrededor de 600 likes y 700 usuarios en los grupos de WhatsApp.

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