Proteja a su perro de la radiación UV

Existen varias maneras de evitar complicaciones en la salud de su can a consecuencia de los altos niveles de radiación que se han registrado últimamente.

Durante los días soleados, las personas que tienen mascotas transitan espacios donde sus compañeros puedan correr y jugar con libertad. Los perros en especial se sienten confortables cuando están bajo el sol, por lo que disfrutan el aire libre. Priscila González, dueña de una cachorra, admite no haber tenido conocimiento de las complicaciones que puede causar la radiación. “Mi perrita contrajo dermatitis solar, ahora la cuido cada vez que salimos de casa”.

Cuidados

El sol brinda muchos beneficios para el pelaje de las mascotas, por lo que provee de nutrientes esenciales para que crezca fuerte y con brillo. Sin embargo, exponer a los perros por mucho tiempo es perjudicial para su salud, si no se puede garantizar un lugar donde tenga sombra.

“A los perros les encanta jugar bajo el sol, pero se debe evitar exponerlos entre las 11:00 am y 4:00 pm, si no tienen sombra”, explica Alfredo Custode, médico veterinario. La recomendación es llevarlos de paseo en las horas de la mañana y en la noche para salvaguardar algún tipo de daño en la piel.

Una solución es el uso de bloqueador solar. Este debe ser aplicado en zonas como la nariz y en áreas de la piel con poco pelo. En la actualidad existen bloqueadores solares específicos para perros, si no los encontramos, también se puede utilizar un bloqueador de factor de protección 30.

Dentro del cuidado habitual de una mascota, la hidratación es lo más importante y mucho más cuando se presentan altas temperaturas. Se recomienda colocar un plato extra de agua limpia y fresca.  Según Rafael Vásquez, entrenador certificado, “la hidratación debe realizarse a medida de premio y progresivamente, por lo menos cada hora”.

Consecuencias

Aunque los animales cuentan con su propio pelaje y pigmentación para protegerse del sol, esto muchas veces no es suficiente cuando se presentan altos índices de radiación. “Al no tener glándulas sudoríparas, su única manera de controlar su temperatura corporal es mediante el jadeo”, expresa Custode.

La consecuencia más común es el golpe de calor, donde la temperatura corporal del animal aumenta. Esta complicación se presenta dependiendo de varios factores como: el tiempo de exposición, el estado físico del animal, y la cantidad de deshidratación que presente. “Es importante rehidratar al animal, colocarle suero por vía intravenosa y buscarle un espacio donde se encuentre en una temperatura menor”, explica Sarzosa. 

Las lesiones cutáneas pueden llegar a ser peligrosas, por lo que el perro puede contraer dermatitis solar o en el peor de los casos, cáncer. Los animales que viven en el exterior son más propensos a sufrir de estas enfermedades. Los síntomas de la dermatitis pueden pasar desapercibidos. La resequedad, descamación y enrojecimiento de la piel e incluso la pérdida del pelo pueden ser consecuencias de la indebida exposición.

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