El blog Counting Animals calcula que cada vegetariano o vegano salva entre 371 y 582 vidas animales al año. La crueldad y el sufrimiento animal no son un misterio para nadie, pero solo un pequeño porcentaje de personas en el mundo está haciendo algo al respecto: los veganos
Más que una dieta, el veganismo es un estilo de vida. Los veganos se caracterizan por consumir comida basada exclusivamente en plantas y rechazar cualquier producto animal o de su origen. Esta práctica además incide en otros aspectos de la vida cotidiana, como la vestimenta o el entretenimiento.
En 1944 apareció la primera Sociedad Vegana en Reino Unido, fundada por Donald Watson, defensor de los derechos de los animales, quien también acuñó el término ‘vegan’, en español ‘vegano’. Esta sociedad fue creada con el fin de diferenciar el veganismo del vegetarianismo, este último considerado solo una dieta según sus fundadores y adeptos.
El veganismo se basa en el principio de la no violencia. Para los miembros de esta comunidad, cuidar la vida de los animales se trata de una cuestión moral. “No haces las cosas solo por ti, sino por otros seres vivos. El momento en que te haces vegano va más allá de solo lo que comes, sino también influye en cómo te vistes, cómo te comportas, qué tipo de maquillaje usas”, explica Ester Ochoa, vegana desde hace cuatro años.
Ester entró en el mundo del veganismo al cambiar sus hábitos alimenticios. “Me hice vegana por nutrición, porque en ese momento estaba pasando por problemas de salud con mi hígado y mi vesícula”. En el proceso, descubrió lo mucho que amaba a los animales y el medio ambiente, así que su decisión de ser vegana tomó mucho más peso.
La transición de una dieta omnívora a vegana no fue complicada para Ester; tampoco lo fue para Carolina Medina, dueña del restaurante Ahimsa Vegan Food, en Quito. Carolina es también vegana desde hace cuatro años, pero dejó de consumir carne hace ocho. Lo hizo por sus hijas después de ver un documental que la llevó a reflexionar sobre “el grado de daño de la naturaleza y el efecto directo que mis decisiones creaban en el mundo”.
Si bien el veganismo es una tendencia creciente alrededor del mundo, en Ecuador no es una práctica popular. Los productos veganos se limitan a tiendas específicas y, en los supermercados, la variedad de productos no es muy amplia o no tiene una muy buena calidad. La oferta de restaurantes tampoco es amplia.
Para Carolina Medina, “el veganismo es un nicho totalmente desatendido en el país”. Por eso, decidió iniciar “un emprendimiento vegano”. Empezó vendiendo quesos, leches y salsas veganas a través de Facebook.
Por la gran acogida que tuvo, buscó un lugar físico para vender alimentos veganos con precios asequibles, “para cambiar el paradigma de que ser vegano es caro”. Hace tres meses se cambió a un local más grande y además de las recetas de almuerzos está preparando una carta con opciones variadas con pizzas, hamburguesas, postres, entre otros.
¿Qué pasa con el veganismo a nivel nutricional?
En torno a este estilo de vida existe mucha controversia. Hay quienes consideran que puede provocar daños a la salud por posibles deficiencias de nutrientes, proteínas, vitaminas y minerales.
“Hay algunos minerales, como por ejemplo el hierro, que se absorben mejor cuando son de origen animal que vegetal. Si consumes hierro solamente de origen vegetal es bueno combinarlo con limón o con ácidos en general, porque te ayuda a mejorar la absorción, pero no va a ser igual al hierro animal”, explica Wilma Freire, experta en nutrición.
No obstante, las personas veganas optan por suplirse estas vitaminas y minerales a través de inyecciones o cápsulas, añade la especialista. El riesgo de esta dieta radica en el desconocimiento. “Cuando tú analizas una práctica alimentaria como el veganismo no solamente se trata de sustituir la carne o cualquier producto animal. Con la variedad de productos naturales que hay, definitivamente tú puedes hacer muchísimas combinaciones. Si tú tienes buena información nutricional es más fácil”.
Los beneficios o riesgos del veganismo deben ser evaluados tomando en cuenta las necesidades individuales. El plus de este estilo de vida es el aporte a un planeta más verde y amigable con la vida animal.
