Por tentador que resulte el continuar receptando y asumiendo lo que percibimos dentro de nuestra cotidianidad y rutina, esto sólo nos muestra determinadas facetas de quienes somos. El resto de nuestras facetas sólo pueden ser descubiertas si nos ponemos en situaciones alternativas y diferentes a las que conocemos
Este pensamiento ha logrado mitigar los sentimientos de incertidumbre e indecisión de muchos estudiantes que han optado por realizar un intercambio en el extranjero. Dos de ellos, Michelle Román y Jhossueth Almeida, nos cuentan sus aprendizajes y experiencias.
Michelle hizo su intercambio en Boston College durante un año, actualmente estudia Marketing pero antes del intercambio estudiaba Administración de Empresas, la experiencia le fue sumamente útil para que pueda encontrar lo que de verdad le apasiona.
Jhossueth estudia Jurisprudencia, realizó su intercambio en Budapest, Hungría y rescata lo enriquecedor que resulta adquirir conocimientos desde diferentes enfoques relacionados a su carrera.
Michelle Román: “¡Fue la mejor oportunidad que he recibido! BC tiene un programa llamado International Assistants, el cual ayuda a los estudiantes de intercambio a adaptarse. Gracias a este programa tuve la oportunidad de no solo conocer gente de esa universidad sino también a los demás estudiantes de intercambio. Dado que todos estábamos en el mismo plano de conocer gente y hacer nuevos amigos, la adaptación fue fácil.
Conocí gente de todo el mundo y tuve la oportunidad de aprender de muchas culturas diferentes. Los viajes que se realizan a lo largo del semestre y los distintos lugares de la ciudad que conocí fueron una experiencia maravillosa por la gente con la que compartí. El vivir sola, es un aspecto del cual estaba nerviosa pero me terminó gustando mucho. Si bien la responsabilidad es mayor, es bueno tener tiempo para uno mismo y conocerse mejor”; “Pienso que es una gran forma de abrir tu mente, de conocer nuevas culturas y formas de pensar. (…)Te das cuenta de las cosas que de verdad importan en tu vida”.
Jhossueth Almeida: “Fascinante la experiencia, compleja la adaptación. Hungría es un país maravilloso para conocer y vivir. La comunidad juvenil es internacional, abierta y amigable. Por otro lado, la población local es sumamente diferente a nosotros. Son serios y llevan vidas totalmente alejadas uno del otro. Esto choca para nosotros los latinos.
No obstante, las personas allá fueron siempre amables, respetuosas y dispuestas a ayudar”; “El método fue muy similar al usado aquí en casa. La idea de artes liberales, el método socrático y la cercanía con los profesores”; “Es un cambio de vida. Es salir de la zona de confort en la que tienes todo más o menos a alcance y llegar a un mundo donde tienes que estar más consciente de costos, peligros o riesgos. El nivel de cuidado debe ser mayor, y eso te entrena para la vida adulta”.
Si estás interesado en realizar un intercambio puedes asistir a una charla informativa en la Casa Tomate 107 en la USFQ o con Karla Loor al correo kloor@usfq.edu.ec
