El 28 de septiembre en Pentasiete Art Studio, Cumbayá, se inauguró “A la luz del alba”. Una muestra de acuarela y óleo de Mariola Kwasek y Francisco Villarreal, profesores de Artes Contemporáneas de la Universidad San Francisco de Quito
La exposición está integrada por 45 cuadros. Las obras de Francisco fueron inspiradas en el trabajo de campo y los animales que comparten esta ardua tarea con los seres humanos. Mientras que las de Mariola, evidencian a una naturaleza salvaje e imponente, que ella descubrió en las montañas ecuatorianas.
En un mismo lugar, el visitante puede experimentar dos sensaciones distintas; traídas del campo a la ciudad. Las obras de Francisco, se exponen sobre un fondo negro que resalta la prolijidad con la que fueron trabajadas. Las de Mariola, en fondo blanco. La espesura de sus cuadros, permite que las personas se conecten con la naturaleza.
Francisco trabajó alrededor de un año en la obra. En 27 cuadros representa una serie de experiencias de su infancia. “Empecé a trabajar en el campo a temprana edad. Yo guiaba a los bueyes en los terrenos inclinados. Mi visión de todo el día era la trompa del animal. El cansancio reflejado en sus ojos que era similar al que yo sentía”. La muestra exterioriza el valor de levantarse temprano y convertir a la tierra en fuente de vida. “Para mí la naturaleza es el templo a donde siempre volvemos”, agrega.
Mariola por su parte, creó una relación con la naturaleza en otra situación; cuando subió por primera vez al Cotopaxi. “Salimos del refugio aún con la noche; con el objetivo de llega a la cima con el amanecer. En la búsqueda de la luz, me enfrenté a la obscuridad y al frío golpeándome la cara”, recuerda.
De su primer contacto con las montañas ecuatorianas, surge en ella la necesidad de transmitir la experiencia. “La luz que vemos entre las rocas, por los bosques nublados; nos lleva al objetivo. Todos los cuadros transmiten la esperanza de llegar a…”, explica.
A la luz del alba, es una muestra de arte, hecha por el gusto de crear. “Si tienes algo dentro de ti, necesitas hablar. Algunos escriben libros para expresarse, nuestro lenguaje es la pintura”, comenta Mariola.
Francisco intenta cambiar los estigmas negativos que percibe en la ciudad, acerca de la gente del campo. “Cuando un agricultor, cansado, regresa a casa, tienen dos sentimientos: el primero de felicidad, al ver que hizo algo por sí mismo y para su familia. El segundo de agradecimiento, porque a la tierra lo debe todo lo que es”, comenta. Con su obra, intenta establecer un nexo de conciencia entre el ser humano del campo y el de la ciudad. Crear un ambiente donde el uno aprenda del otro y los dos se respeten.
Los expositores, sienten profunda admiración por la naturaleza y los procesos que surgen a su alrededor. La muestra, es el resultado de incontables viajes de montaña. En sus expediciones tomaban fotografías y en el caso de Francisco, también hacía bocetos, que les servirían como punto de partida para sus obras. En la noche de inauguración asistieron alrededor de 50 personas. Todas las obras se encuentran en venta y la muestra permanecerá abierta hasta el sábado 14 de octubre.
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