¡Chúpame la sangre!

Un montón de prejuicios giran en torno a los murciélagos, dándoles mala fama

Desde libros de literatura universal como Drácula, hasta series como Buffy, la cazavampiros, los murciélagos han sido vistos como una amenaza vampírica que se debe eliminar. Sus características de seres nocturnos, malignos, sedientos de sangre, los han condenado a vivir enredados en un manto de oscuridad propio de lo desconocido.

¡Pero todo eso es falso! De las 1100 especies de murciélagos que existen, 3 son vampiros y solo 1 se especializa en mamíferos; y los humanos no son sus animales preferidos. Incluso si te mordieran no comerían más de 15 mililitros de tu sangre, una cantidad que casi no tendría efecto sobre ti. Stella de la Torre, bióloga y docente de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad San Francisco de Quito afirma que el miedo a los murciélagos es infundado: “La gente asocia al murciélago con esta única especie que puede ser un problema por esta preferencia que tiene por los mamíferos, aunque la mayoría de las mordidas son a ganado”.

El murciélago vampiro recibe el nombre de Desmodus rotundus. Uno de los más grandes ejemplares atrapados en Ecuador tiene 90 cm de envergadura de ala. Los más grandes habitan en el viejo mundo donde llegan a medir casi 1.5 metros de un ala a la otra. Jaime Guerra, biólogo de la Universidad San Francisco de Quito indica que hay muchas más especies de murciélagos: “hay murciélagos insectívoros, frugívoros –que comen fruta-, hay otros que se alimentan de néctar, hay murciélagos carnívoros y los vampiros”.

De todos estos, los más comunes son los insectívoros que ocupan entre el 60 y el 70% de la población total. Estos murciélagos, pueden comer un aproximado de 5000 insectos por noche, por lo que son importantes reguladores del ecosistema. Si estos murciélagos desaparecen habría una sobrepoblación de insectos.

El rol ecológico de los murciélagos no es solo importante para los humanos, sino también para las plantas ya que los quirópteros son también grandes polinizadores de la noche, aunque no es su única función. “Ellos cogen una semilla, pero no se alimentan en ese lugar, sino que se pueden desplazar hasta 4 kilómetros de distancia. En el trayecto pueden soltar la semilla y si esta encuentra las mejores condiciones climáticas germinará y será una nueva planta”, enfatiza Guerra.

Los murciélagos son animales de suma importancia para el ecosistema e incluso para el ser humano por su rol ecológico. Su mala reputación no es más que un mito que solo podrá eliminarse a través de la difusión del conocimiento.

 

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