Entrevista con Ana Cristina Barragán

A la luz del reciente estreno mundial de su opera prima Alba en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam en los Países Bajos, y su estreno francés en el Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse, conversamos con su directora Ana Cristina Barragán. La cineasta ecuatoriana nos cuenta su experiencia sobre el camino que la película y su equipo han emprendido para, después de cinco años de trabajo, compartirla con el público.

Alba es el primer largometraje ecuatoriano en entrar a la selección oficial de Rotterdam y una de las pocas películas ecuatorianas en entrar a la competencia oficial de un festival de clase A. Su exhibición se ha hecho posible gracias a su equipo y la comunidad que lo rodea, quienes ayudaron con el financiamiento de la película a través de la campaña de crowdfunding #AYÚDANOSATERMINARALBA en Catapultados – la plataforma local de financiamiento colectivo dirigida a proyectos creativos.

El apoyo que la película ha recibido hasta ahora significa un impulso en el financiamiento para su distribución y la continuación de su ruta por festivales internacionales, dos de los cuales tendrán lugar en Alemania. También es un paso más hacia el estreno en Ecuador, con fecha tentativa para Octubre del 2016.

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¿Cómo se organizó la campaña de crowdfunding (financiamiento colectivo)?

No teníamos planeado hacer una campaña de crowdfunding en un inicio. Hace unos 7 meses empezamos a pensar en esta posibilidad, porque vimos que no íbamos a poder acabar la peli.

Toda la peli cuesta, digamos unos $400.000, que es menos del promedio de lo que una película ecuatoriana cuesta. Decidimos hacer la campaña de crowdfunding pero queríamos que sea una campaña de lo más reciproca posible. Creo que el éxito de la campana fue que cuatro meses antes mi hermana se dedico a buscar auspicios.

 

¿Cómo funcionó el trato con los auspicios?

Los auspicios no te daban plata sino canje (para el crowdfunding). Por ejemplo, íbamos a Chez Jérôme y ellos nos ofrecían ayudarnos con diez cenas, valoradas en $100.00, para las personas que apoyen a la película con tanta cantidad de plata. Íbamos a Flower Explosion y nos daban un ramo de rosas. Íbamos a Copertina, nos daban un canje. Íbamos al Café de la vaca, un canje. Íbamos a X-mini nos daban un canje.

Al hacer eso tu podías ofrecer a la gente algo que se mezcle entre lo que los auspiciantes nos daban y entre lo que la película te podía dar. Por ejemplo los rompecabezas de la peli, los afiches, los cortos que yo he hecho, una invitación al estreno, etcétera.

Pero creo que la gente apoyó porque cree en la película, porque se emocionó con lo de Rotterdam. Hubo gente que yo nunca me esperé en la vida y puso $1.000. No importaba si es que eran $1000.00 o $10.00, gente que yo nunca me esperé aportó un montón de plata.

 

Y ya con este apoyo, ¿cómo fue la experiencia de estrenar por primera vez ante un público en el IFFR?

El programador principal del festival le puso a Alba como una de las cinco películas más recomendadas para ver. Esa recomendación fue súper clave para que se empiece a correr de boca a boca. Proyectamos en una sala de 700 personas que era súper grande, ver la película en una sala así fue algo que nunca me había imaginado… Sentí que la gente realmente se conectó con la peli: cineastas, cinéfilos, festivaleros entendidos, y la gente que no necesariamente hace cine pero que va a ese festival porque le gusta el cine. Hubo mucho interés, hicieron muchísimas preguntas. También fue hermoso que la actriz principal haya ido, la Macarena Arias. Tengo una relación súper fuerte con ella y es una niña súper madura.

 

¿Qué le interesó al público sobre la película?

Muchas personas se acercaron a decirme que se sintieron muy identificadas con su pubertad, a la gente le impresionaba mucho la actuación de la Macarena, les impresionaba mucho la dirección de los niños. Querían saber como había sido el proceso con los niños. ¿Qué más me preguntaron?, cómo es el cine en Ecuador, qué pasa con el cine, qué tan personal es la película. Fue chévere porque yo voy con la peli bastante tiempo tratando que te genere emociones. Ver que eso dio resultado fue súper gratificante.

 

¿Qué sentimiento tienes sobre la película ahora que se ha mostrado?

Siento como una felicidad súper profunda, porque le puse mi corazón, le di todo mi trabajo, yo y mucha gente. Ahora cosechar así, con cosas tan lindas, es como un regalo muy emocionante porque te da un impulso para seguir creando. Confirmas algo de ti misma o te da ganas de seguir creando, seguir haciendo pelis, seguir contándole al mundo como ves tu el mundo, porque de eso se tratan las películas de autor. Lo que les interesa a estos festivales es ver como esa persona particularmente ve el mundo y que es lo que esa visión del mundo les puede dar al público. Sentir que un festival así apuesta por este tipo de películas, muy autorales con una voz muy personal, te hace también tener una confianza en tu voz. No digo que uno está esperando que un festival te aplauda para que confíes en tu voz, pero sentir ese valor es importante. Y mas allá de eso sentir como la gente sintió la película.

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