Olivia Sohr: “Si los ciudadanos no tienen información o datos confiables en los cuales basar sus decisiones es imposible que sean ciudadanos activos”

La coordinadora de redacción de Chequeado, una plataforma digital de fact-checking argentino, fue una de las expositoras de la conferencia anual Periodismo en Debate de la USFQ.

Olivia Sohr, socióloga chilena, junto con Laura Zommer, periodista argentina, fueron las primeras en formar parte del equipo de Chequeado, un medio digital que se dedica a la verificación del discurso público. Según su página web oficial, Chequeado es el primer sitio de América Latina especializado en fact-checking o verificación del discurso público y está en la web desde octubre del 2010. El medio digital ganó en septiembre de este año el Premio Gabriel García Márquez en la categoría de Innovación.

¿Por qué es relevante el fact-checking y la verificación de datos para un país?

Si los ciudadanos no tienen información o datos confiables en los cuáles basar sus decisiones es imposible que sean ciudadanos activos. Para tener un debate fructífero necesitamos información confiable a partir de la cual discutir. Lo que pasa ahora en Argentina es un ejemplo terrible; no tenemos datos de pobreza. No sabemos cuántos pobres hay porque el Instituto de Estadísticas oficiales dejó de publicar información sobre el tema. Al no tener un dato oficial es imposible medir la evolución, es imposible saber si las políticas públicas que se están haciendo en están siendo efectivas o no. Lo que nosotros queremos hacer es poder aportar datos concretos confiables con el contexto necesario relevantes para que cualquiera pueda tomar decisiones en base a esto.

Cuándo empezaron con Chequeado, ¿pensaron que la gente se iba a interesar por la verificación de datos y del discurso público?

Creíamos que la gente se debería interesar. Las calificaciones nos ayudaron mucho porque es un formato muy atractivo, muy rápido. Es algo nuevo y distinto que pegó muy bien en la ciudadanía. Además nos aliamos con medios más allá de la página (web). Tenemos nuestro sitio pero también columnas en radio, en diarios y vamos a todos los medios que podemos ir. Queremos que esos datos estén disponibles de manera más fácil posible.

 

Las calificaciones que incluyen en sus verificaciones, “engañoso” “falso” “exagerado”, etc. pueden resultar subjetivas dentro de un texto tan fundamentado en datos oficiales y de expertos. ¿Cómo definen los parámetros de estas calificaciones?

Lo que hacemos es cuestionarnos mucho a nosotros mismos, revisar los datos y decir: ‘bueno a ver ¿estás seguro que tus datos te están llevando a esta conclusión y que no estás poniendo de por medio otra cosa? ¿Estás seguro que no estás obviando algo que me parece muy relevante acá?’ Lo discutimos largamente y muuy largamente (risas) para llegar a una conclusión de la que nos sentimos convencidos y seguros que podemos sostener.

¿Qué consejo le darías a un periodista que quiere empezar un proyecto de fact-checking como Chequeado, pero que quizás en su país no haya datos oficiales abiertos, imparciales y/o actualizados?

Argentina tampoco es una especie de paraíso de datos abiertos e información, tenemos un montón de información manipulada, tenemos un montón de datos que no están. Es necesario rebuscar para tratar de encontrar la mayor información posible, trabajar mucho con fuentes alternativas, con centros universitarios, centros de estudio, consultoras, distintos organismos y ONGs que producen información y tratar de encontrarle una vuelta a la falta de información pública. Claramente no es lo ideal, pero es la situación en la que estamos. Creo también que a veces hay más información de lo que uno se imagina. Muchas veces nos quedamos con la idea de que manipulan todo y no existe nada. En realidad los Estados muchas veces funcionan mejor de lo que uno piensa. Hay equipos muy buenos y competentes adentro que sí han podido mantener su trabajo y publican información muy relevante e interesante.

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