El cantante ecuatoriano Carlos Grijalva se prepara para su próximo concierto “La noche ecuatoriana” en el teatro Sucre. Este evento acompaña a su cuarta producción discográfica. El graduado de la USFQ cuenta además algunos de los retos que enfrenta actualmente la música ecuatoriana.
¿De qué se trata la noche ecuatoriana?
Se viene una presentación muy importante. Primero, por el escenario en donde se va a realizar: el Teatro Sucre, uno de los teatros más importantes de esta ciudad, por su trascendencia, trayectoria, posibilidades tecnológicas y por el cariño que le tiene la gente. Esta es la primera vez que me presento en el teatro en solitario, en producción exclusiva.
Y segundo, porque estamos generando una producción de un espectáculo que sea actual. Es decir, para nosotros lo importante es que quien asista viva una experiencia completa. No queremos que piense que va a un recital intelectual de alguien pero tampoco a una discoteca en donde se mueven todos los sentidos y no se llega a ninguna parte. No es un concierto para una sola cosa, vas a llegar vas a sorprenderte, suspirar llorar matarse de risa bailar. queremos pasar un momento completo, tener una vivencia de todas las posibilidades anímicas que tenemos como ecuatorianos y seres humanos.
Y en cuánto a géneros musicales ¿qué puede esperar el público?
Se pueden esperar música suya ecuatoriana, para el ecuatoriano que vaya, sea de donde sea. Tampoco es una cuestión de edades, mi trabajo siempre busca ser una familiar. La música es de mis hijos, de mis abuelos y de mi generación.
¿La noche planea repetirse o se trata de un evento único?
En este momento, es en una sola fecha. Voy a aprovechar para lanzar una campaña sorpresa, es un tema muy importante alrededor de la música ecuatoriana y de la posibilidad de comprometernos todos. La música no es un espacio de los artistas y de los teatros, sino de absolutamente todos nosotros. Es un motivo importante para poder generar acuerdos entre todos.
¿Por qué es importante rescatar la música latinoamericana, y en especial la ecuatoriana?
La música ha sido siempre una herramienta de la sociedad para reflejar los elementos de identidad de las personas. Para mí, la música es mi medio para decir lo que veo en el mundo, cómo lo veo y qué es lo que quiero de este mundo. Desde cosas filosóficas profundas hasta como veo mi casa y cómo me despierto cada mañana. Se trata de expresar la identidad propia.
Al decir identidad, ¿hablamos de una identidad propia o la de todo un pueblo?
Yo siento que es importante de lo más pequeño. Si quieres hacer un pensamiento mundial generalmente te vas a equivocar, probablemente cuando hablas de tu casa estás más cercano a acertar. Es una búsqueda por las necesidades personales y estas han encontrado reflejo para terceros, en el público. Cada uno ve y escucha en la música su propia.
¿Es importante retomar esta identidad?
Siento que cada vez existe más empatía y es mucho más importante e intensa. Siento que la gente se ve cada vez mas identificada con lo que sucede aquí. Esto yapasa con la comida, cuando uno sale de viaje sueña con un cebiche o también pasa con el futbol. Es necesario brotar esos sentimientos en la música.
Creo que todavía hay mucho espacio para crecer. Los rockeros, punkeros, jazzeros, raperos, deberían alimentarse de lo suyo y de su música. No digo esto para que nadie toque rock, sino para que exista conciencia de la música ecuatoriana y exista un verdadero rock, blues y canción ecuatoriana. Necesitamos una referencia y mejor si es directa.
¿A qué otros retos se enfrenta la industria musical en el Ecuador?
Somos parte de la emergente necesidad de la creación de una industria. Los músicos que hoy estamos trabajando en escena, somos los que abren con machete el camino y todo lo que se nos pone adelante. Vivimos una realidad completamente diferente a la que se vivía hace 30 o 50 años. Las condiciones hoy en día, la tecnología y el comportamiento de las sociedades son completamente distintas. Tenemos nuevas reglas del juego y nosotros estamos en la construcción de vías, formas y métodos para comunicar nuestro arte y nuestro producto.
