El reportaje que no salió

Tomás Ciuffardi es periodista del programa de televisión Visión 360 – Ecuavisa y profesor de periodismo en la Universidad San Francisco de Quito. Tras la declaración de estado de excepción, su reportaje a profundidad acerca del volcán Cotopaxi no salió al aire.

Mayo de 2015: El volcán Cotopaxi expulsa ceniza a 138 años de su última erupción. Un mes después, Tomás Ciuffardi decide hacer un reportaje. “No estábamos preparados como sociedad. A la gente no le importaba que el volcán estaba echando tremenda fumarola”.

Investigación, llamadas telefónicas, entrevistas, primeras grabaciones. El día en que se dirige a entrevistar al alcalde de Latacunga, la situación cambia. El volcán presenta actividad más alta por primera vez. Tomás sabe que esto dará un giro a su reportaje. Sin embargo, no resulta ser el giro que esperaba.

Ese mismo día, el 15 de agosto, el gobierno ecuatoriano decreta estado de excepción. El numeral 4 del artículo 125 de la Constitución ecuatoriana establece que, durante este período, el Presidente de la República puede “disponer censura previa en la información de los medios de comunicación social con estricta relación a los motivos del estado de excepción y a la seguridad del Estado”. Es decir, cualquier información transmitida por los medios de comunicación acerca del Cotopaxi debe pasar por aprobación de fuentes oficiales. Intenta contactarse con la Secretaria de Gestión de Riesgos María del Pilar Cornejo, pero esta no contesta sus llamadas y sus asesores de prensa tampoco, cuenta Ciuffardi. Preocupado por la fecha de entrega de su reportaje, decide llamarla a su número particular. Finalmente responde y pide que le envíe un correo electrónico. No recibe una contestación. Opta entonces por contactar al Ministro Coordinador de Seguridad, César Navas. Esta vez es más fácil. Sin embargo, el día de la entrevista, el Cotopaxi se despeja por primera vez y el Ministro debe cancelar la entrevista para realizar un sobrevuelo por el volcán. El periodista no encuentra otra solución que acudir a material de archivo y a ruedas de prensa para obtener declaraciones de fuentes oficiales.

El reportaje está listo para salir al aire. Antes, sin embargo, lo envía para su revisión y aprobación. No fue fácil, el decreto no especifica el procedimiento para hacerlo. Dado que no obtiene una respuesta hasta el día de la transmisión, Ecuavisa decide no transmitir el reportaje para cumplir con las normas establecidas. Ciuffardi está molesto, ha trabajado más de tres semanas en esto. Se desahoga en Twitter a título personal.

El Secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, contesta por esta red social: “He visto con atención los reportajes q enviaron para aprobación. No voy a calificar la calidad del trabajo, pero no aporta en nada a informar a la población sobre qué hacer en caso de un eventual aumento de actividad del volcán”. Días después, a través de una carta, Ciuffardi recibe el comunicado de que su reportaje no saldría al aire por ser especulativo y por lo tanto podría generar pánico en la población. Para él su intención era generar alerta: “Hay que conocer la amenaza, el riesgo que se está viviendo y actuar en base a eso. ¿Qué pasa con la post erupción? ¿Con obras de infraestructuras importantes como un aeropuerto, desde donde salen grandes cantidades de productos de exportación? ¿Qué pasa con la agroindustria de la provincia del Cotopaxi, las flores, los vegetales congelados? ¿Qué pasa con la carretera Panamericana? ¿Y La cárcel? Hay 4900 personas allí. ¿Qué plan de contingencia se está creando en este sentido?”. Todas estas preguntas permanecían abiertas en el reportaje porque no habían sido contestadas por las fuentes oficiales.

Muchas personas han pedido que suba el reportaje a YouTube o que se lo pasen en privado, pero Ciuffardi está convencido de algo: “la censura no debe afectarme solo a mí como informador, sino a los informados. Si el gobierno prohíbe el azúcar, y yo empiezo a repartirlo por debajo, a la gente no le va a faltar azúcar. Pues que la gente sienta la falta de azúcar, que la gente sepa que alguien les quería contar algo y que no lo pueden escuchar.

Hace unos días, le ofrecieron sentarse junto a las autoridades para ver qué partes deberían ser cambiadas o eliminadas para que el reportaje pueda ser transmitido, pero hacerlo ahora ya no tendría sentido, ya no es coyuntural. Ciuffardi ha decidido investigar datos más actuales para sacar un nuevo reportaje en el que intentará rescatar material del anterior.

¿Qué sintió este periodista cuando su trabajo ha sido censurado? Frustración, y no solamente por esto, sino por lo que sucedió después. Esta no fue la primera ocasión que Ciuffardi responde a una entrevista sobre este reportaje. Repentinamente, sus seguidores en Twitter aumentaron. Algunos lo apoyan y otros lo insultan, todos por un reportaje que nunca llegaron a ver. “Voy 19 años trabajando en esto y el reportaje que no salió es el que me da más reconocimiento. Es frustrante. Yo trabajo para que la gente vea, y en base a eso opine y me critique”.

 

 

 

 

 

 

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