El pulmón marino de la Tierra

Cuando nos preguntamos de dónde proviene el oxígeno que respiramos, a menudo pensamos en los bosques y selvas tropicales. Si bien es cierto que pueden producir hasta la cuarta parte del oxígeno atmosférico, la mayor parte es consumida a través de la respiración celular del mismo ecosistema. Aunque no lo creas los mayores productores de oxígeno del planeta son los océanos. Cubren el 75% de la superficie terrestre y son el hogar de una vasta variedad de especies de flora y fauna marina, entre ellos el fitoplancton, diminutas criaturas marinas que pueden caber millones en una gota de agua.

Los científicos consideran que estos organismos unicelulares están en la base de lo que denominan “productividad biológica oceánica”, que se refiere a la capacidad de un cuerpo de agua para sostener la vida. Eso se debe a que el fitoplancton a más de ser la base de la cadena alimentaria de los ecosistemas acuáticos se encarga de producir aproximadamente del 50 al 85 por ciento del oxígeno que respiramos.

En 1997 el Satélite Nimbus de la NASA y la Agencia Meteorológica estadounidense, logró captar por primera vez el ciclo respiratorio de los océanos mostrando la densidad de clorofila concentrada en la superficie marina. Y a través de la evaluación de 600 mil imágenes, se concluyó que la actividad respiratoria en los mares en comparación con la producida por los ecosistemas terrestres genera más oxígeno debido a su inmensidad.

El fitoplancton, al igual que las plantas terrestres, usa clorofila para recolectar energía del sol y transformarla mediante fotosíntesis en materia orgánica y oxígeno. A través de este proceso consume dióxido de carbono en una escala equivalente a ecosistemas terrestres, incorporando alrededor de 45 a 50 mil millones de toneladas de carbono inorgánico en sus células.

Cuando el fitoplancton muere, parte de este carbono queda sepultado en las profundidades marinas, mientras que los nutrientes son devueltos a capas superiores del océano. Este proceso se lo conoce como “bomba de carbono biológica” y transfiere alrededor de 10 gigatoneladas de carbono de la atmósfera al océano profundo cada año.

Estos microorganismos son los responsables originales de la presencia de oxígeno en la atmósfera terrestre y continúan siendo elementos fundamentales para la vida tanto dentro como fuera del agua. Es por esta razón que debemos conservar nuestros océanos, los cuales absorben el 90% de las emisiones de carbono humanas.

Según un estudio publicado en la revista de difusión científica “Science”, se calcula que los océanos se están calentando 40 veces más rápido que lo estimado hace cuatro años por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático. Este cambio de condiciones en el océano puede causar que el fitoplancton modifique su composición, crecimiento poblacional y su distribución, alterando la cadena alimenticia marina y la producción de oxígeno liberado a la atmósfera.

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